La sustentabilidad arquitectónica, prioritaria ante al cambio climático

Cultura

Frente a la problemática medioambiental derivada del cambio climático, ingenieros, arquitectos y todos los profesionales vinculados a la construcción deben considerar el factor de la sustentabilidad, entendida como la capacidad para satisfacer las necesidades de la generación actual, pero sin sacrificar los requerimientos de las futuras, señaló el ingeniero Guillermo Casar Marcos.

Al participar en el Ciclo Lunes en la ciencia, en la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el miembro de la Academia de Ingeniería de México dijo que los primeros puntos a considerar al diseñar un inmueble inteligente son el factor bioclimático y el uso de la mejor tecnología disponible para cada estructura.

El presidente de la Comisión Especialidad en Ingeniería Ambiental advirtió que alrededor de 53 por ciento de gases de efecto invernadero es generado por factores urbanos a los que no escapa este sector y “es ahí donde todos, como sociedades urbanas, podemos hacer algo”.

Entre dichos elementos están el transporte, con 18 por ciento; la industria, con 16 por ciento; residuos, con 13, y el sector residencial, con cuatro por ciento; sin embargo, si se consideran los impactos indirectos asociados a la producción de electricidad –diez por ciento– el porcentaje se incrementa hasta 63 de gases responsables del calentamiento global.

Si bien el dióxido de carbono (CO2) es considerado el causante del cambio climático, en el top seis de los más contaminantes se encuentran los fluorados emitidos por el aire acondicionado en edificaciones, pero “lamentablemente en México los usamos los 12 meses del año, debido sobre todo a la ignorancia”, sostuvo en la conferencia La visión de futuro de los edificios sustentables.

La industria del ramo aporta una buena parte de las emisiones, resultado del ineficiente consumo de materias primas, del irracional consumo de agua y de los residuos generados, entre otros, dijo el investigador de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Muchos países, incluido México, han avanzado de manera notable en sus normatividades respecto de sus emisiones e incluso han surgido diferentes empresas certificadoras en Alemania, Japón, Australia y Francia.

El Instituto Mexicano del Edificio Inteligente A.C. (IMEI) tiene vínculos con organizaciones similares en Estados Unidos y Canadá, y está dedicado a orientar la construcción de inmuebles inteligentes sustentables, así como a educar y difundir la cultura sobre este tipo de edificaciones, además de que año tras año entrega el Premio Nacional IMEI al Edificio Inteligente y Sustentable.

El edificio inteligente “no es una definición, sino un concepto” que ha sido aceptado en el ámbito internacional desde 1991, el cual refiere que un inmueble en construcción o en operación debe manejar diseño interdisciplinario, flexibilidad, integración de servicios y confortabilidad, además de contar con un sistema de control central, en un contexto de ahorro de energía y recursos.

En general las construcciones inteligentes son pensadas para oficinas, sin embargo, también pueden ser instituciones académicas y deportivas, hospitales, hoteles, bancos, terminales de pasajeros, comercios, vivienda, teatros, museos e industrias, entre otros.

El también jurado en el concurso que cada año convoca el IMEI informó que algunos criterios que son considerados por el Instituto para calificar los edificios y otorgar el galardón son la arquitectura, la estructura, la ingeniería civil, las instalaciones eléctricas y especiales, el aire acondicionado, el control de vibraciones, el transporte de información, los sistemas de automatización y control, el monitoreo de equipos, el ahorro de energía, la operación, el mantenimiento, el agua y la sustentabilidad.

El World Trade Center, Casa Arquímedes, el Conjunto Calakmul, Reforma 265, Hospital Ángeles, Torre Mayor, Centro de datos del Banco Santander en Querétaro, Museo Memoria y Tolerancia y Plaza Carso son algunas edificaciones que han conseguido el premio.

México “ha avanzado mucho en el tema” y tiene una normatividad espléndida y reconocida a nivel internacional; “el problema es que para los gobiernos no es prioridad”, por lo que “como sociedad tenemos que presionar para que los funcionarios entiendan que los problemas del cambio climático son reales”.