La ruindad e insensibilidad ante las víctimas es inaudito

Nacional

Es indignante e inadmisible, que pretendan denostarme y atacar mi dignidad no únicamente como madre, también como mujer, pero lo más ruin es atacar a quien ya no está para defenderse, ya que mi hijo HUGO ALBERTO WALLACE MIRANDA, murió durante su secuestro, además el daño tan enorme que con esto causaron a toda nuestra familia, esto no tiene nombre, son viles sus actos al volvernos a victimizar.
No me distraeré en desmentir la sarta de calumnias que escriben los defensores de los secuestradores de mi hijo, más allá de sus intereses personales, sobre las diversas versiones del secuestro de mi hijo, lo trascendental en este caso es que ya quedó probado en una prueba científica quién es el padre de Hugo Alberto.
No se está litigando sobre la paternidad de una persona, se está juzgando el SECUESTRO Y MUERTE DE MI HIJO, así que no pretendan distraer a la opinión pública con historias inverosímiles y hacer a un lado lo verdaderamente importante, que es que los secuestradores paguen por el delito que cometieron.
Me extraña que quienes defienden a los secuestradores, no hablen de las innumerables pruebas que los inculpan y se dediquen a defender a ciegas a quienes fueron capaces, por dinero y maldad de privar de la libertad y de la vida a una persona, espero que quienes hoy los defienden, algún día no
sean víctimas de este delito tan deleznable y el más doloroso, que puede vivir una familia y que nos cambia la vida, estoy segura que si lo vivieran en carne propia no se atreverían a defender a un secuestrador.
Por fortuna los que interceden a favor de los secuestradores, no son quienes los juzgan, y estoy segura que en apego a derecho, después de tantos años de arañar la justicia, los secuestradores serán condenados por estos crímenes imperdonables, y mi familia y yo por lo menos no viviremos con el temor de que nos vuelvan a dañar.