La Maestría en Políticas Públicas, pionera en su campo en una universidad pública

Cultura

Efectividad, causalidad y conocimiento son la tríada que marca a un gobierno efectivo y, por lo tanto, las políticas públicas contribuyen a la transición democrática, pero debido al poco análisis y la falta de precisión se ha perdido su sentido estratégico original, que la Maestría en Políticas Públicas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) pretende recuperar, sostuvieron participantes en la celebración por los 25 años de este posgrado.

Por ello este plan de estudios de la Casa abierta al tiempo ha forjado en sus 13 generaciones de profesionales la pasión por generar estrategias que sirvan para mejorar el devenir del país y sus más de 150 egresados celebran formar parte del primer posgrado de este tipo dentro de una universidad pública, dijo la doctora Irene Sotelo Núñez.

La coordinadora de esta opción educativa afirmó que sigue siendo importante preguntarse cómo, para qué y por qué el gobierno toma decisiones y a partir de ahí echa a andar sus recursos en función de determinados problemas públicos, por lo que es preciso plantear la evolución del objeto de estudio de esta disciplina, el potencial de sus marcos analíticos y las nuevas agendas de acción y preocupación.

El maestro Rodolfo Vergara Blanco, docente del Departamento de Política y Cultura, sostuvo que hace cinco lustros la política pública apuntaba al estudio de una acción estratégica emprendida por el gobierno para resolver problemas específicos, pero con los años la división territorial y la agenda social dividida en ramos de salud, educación y vivienda, entre otros, la metieron en una camisa de fuerza, pues las afectaciones sociales no se limitan conforme a la territorialidad.

El investigador de la Unidad Xochimilco dijo que debido al poco análisis y la falta de precisión, en la actualidad a toda acción del gobierno se le conoce como política pública, perdiéndose con ello el sentido estratégico original, por lo que es menester de la maestría recuperarlo.

Los gobiernos deben ofrecer razones pero también resultados y para ello es importante retomar los análisis comparativos de cada uno respecto de los anteriores e incluso de administraciones aliadas y no aliadas de diferentes partes del mundo, y alejarse de la subordinación de los organismos internacionales.

En el Centro de Difusión Cultural Casa del Tiempo de la UAM el doctor Luis Aguilar Villanueva, director del Instituto de Investigaciones en Políticas Públicas de la Universidad de Guadalajara, añadió que hay muchos defectos en la actual disciplina como la fragmentación particularista de las políticas públicas, porque carecen de una visión global.

El segundo problema es que se diseña con las atribuciones, facultades, poderes y recursos de gobiernos, sobrevalorando los problemas transterritoriales, incluidos la seguridad, el ambiente, el empleo y la migración que rebasan la circunscripción territorial, lo que exige la creación de políticas intergubernamentales e internacionales.

El doctor Manuel Canto Chac, investigador del Departamento de Política y Cultura de la Unidad Xochimilco, dijo que la “democracia es igual a un gobierno que ofrezca razones”, porque lo que ahora puede ser una interpelación democrática más allá del voto y de la participación son las razones que puedan ofrecer las administraciones de sus actuaciones en el sentido de las imputaciones causales que hacen y el nivel de efectividad que alcanzan.

Pionero en el diseño de esta maestría, el académico señaló que durante este tiempo se han hecho adaptaciones continuas, pero se ha vuelto importante dar un giro en los enfoques analíticos con grandes retos como el desplazamiento de la figura del Estado Nación como objeto principal, pues su figura se ha complejizado con la introducción de escalas de gobierno, las metrópolis latinoamericanas no se relacionan a los antiguos modelos estatales, pero tampoco a los municipales.

En el panorama latinoamericano destaca el desplazamiento a una moral no entendida como reflexión sobre la práctica, sino como principios repetidos incansablemente impuestos, más allá de la racionalización de la vida pública que impiden generar efectos sociales que se transformen en valores, es decir, “nos enfrentamos al posible desplazamiento de la racionalidad en la política por repetición de morales cosificadas”.

El posgrado ha recibido a hombres y mujeres de diferentes nacionalidades y formaciones académicas, 20 por ciento de sus egresados proviene de otros estados de la república y 20 por ciento más de diferentes países de América Latina, y en general más de 50 por ciento de su alumnado está conformado por mujeres.

La mesa moderada por la estudiante Marisol Morales Palma contó con la participación de la doctora Dolly Espínola Frausto, directora de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Unidad Xochimilco, quien reconoció a sus colegas el esfuerzo y la oportunidad de repensar los estudios de política pública del país.