La fracture de Catherine Corsini: radiografía de una sociedad asfixiada

Cultura

Nueve años después de Trois mondes (Three Worlds), Catherine Corsini regresa a Cannes con La Fracture (The Divide), seleccionada en Competición, y nos invita a adentrarnos en el servicio de Urgencias de un gran hospital de París durante la noche en medio de una manifestación de los «chalecos amarillos». Esta película de gran tensión refleja, sin caer en la caricatura, la violencia de una sociedad llena de ira.

Tras fracturarse el brazo, Raf (Valeria Bruni-Tedeschi) llega al corazón del servicio de Urgencias de un hospital parisino congestionado. Va con su pareja, Julie (Marina Foïs), con quien la relación es cada vez más tensa. Debido a este incidente, deben enfrentar una realidad que, en cierto modo, desconocían: la realidad del personal hospitalario en crisis, que aquí encarna el personaje de Kim (la sorprendente Aissatou Diallo Sagna, quien trabaja como auxiliar de enfermería), así como la de Yann (Pio Marmaï), un rabioso manifestante de los «chalecos amarillos», que resultó herido en una protesta que degeneró.

El ambiente en este ajetreado ecosistema es eléctrico. Todo se mezcla, se trastorna, se golpea; la precariedad del medio hospitalario al borde de la asfixia, la soledad de los pacientes que esperan ser atendidos, la indignación de los manifestantes ante el desprecio de un gobierno que los ignora, al igual que a otros estratos de una sociedad fracturada. Sin embargo, todos comparten la misma necesidad de sentirse reconfortados, considerados, escuchados, y la misma aspiración por vivir un futuro mejor.

Con esta treceava película, Catherine Corsini nos trae una pintura realista que combina, evocando indudablemente los temas que prefiere Ken Loach, lo íntimo con lo colectivo. La Fracture (The Divide), filmada con cámara al hombro, es una experiencia inmersiva en la que el hospital no es solo el escenario de la acción, sino un personaje de pleno derecho que nos aturde y nos sacude. Esta película es un remolino que aspira al espectador y lo lleva a enfrentar los remezones de un sistema lleno de contradicciones y en el que la pareja de Raf y Julie encarna uno de los síntomas de una crisis social generalizada.