La Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado (ENPEG) La Esmeralda del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) al conmemorar su 79 aniversario refrenda su principio, el cual desde sus orígenes mantiene con la formación profesional de carácter social del ejercicio de las artes plásticas y visuales.
La ENPEG se suma al compromiso en la promoción de una cultura por la paz; a lo largo de su historia, los y las egresadas, así como su cuerpo docente, han dado testimonio y sido agentes sociales en diversos ámbitos, acompañando y sosteniendo el devenir de la historia nacional.
La Esmeralda forma parte de la Subdirección General de Educación e Investigación Artísticas (Sgeia), se ha caracterizado por ser un referente en la formación social de las artes plásticas y visuales en América Latina, muestra de ello han sido los artistas que han impartido cátedra: Diego Rivera, Frida Kahlo, Francisco Zúñiga, Germán Cueto, María Izquierdo, José Chávez Morado y Feliciano Peña.
Sus orígenes se remontan a 1913, cuando Alfredo Ramos Martínez fundó la primera escuela de pintura al aire libre en una casa, en Santa Anita, Iztapalapa, nombrada Barbizón, iniciativa que surgió tras la huelga de estudiantes de la Academia Nacional en 1911.
Este proyecto promovió un enfoque social, así como una vinculación y ejercicio de diálogo con la ciudadanía. En este sentido, La Esmeralda se formó como una iniciativa inclusiva que permitió acercar a la gente a los centros populares de enseñanza en barrios obreros y generando otras formas de enseñanza. En estos planteles impartieron clase Rufino Tamayo, Louis Henri Jean Charlot, Francisco Díaz de León, Fernando Leal, Ramón Cano Manilla, Ramón Alva de la Canal, Gabriel Fernández Ledesma y Rosario Cabrera, entre otros.
En 1927, Guillermo Ruiz fundó la Escuela Libre de Escultura y Talla Directa, ubicada en el ex Convento de La Merced; en los años treinta se trasladó al callejón de la Esmeralda -ahora calle San Fernando-, de donde tomó su nombre actual.
En los primeros años de la década de los cuarenta del siglo pasado, con Antonio Ruiz El Corcito se convirtió en Escuela de Pintura y Escultura, adscrita a la Secretaría de Educación Pública y se elaboró su primer plan de estudios que colocó a la formación artística como parte fundamental de la educación pública.
Después de más de 40 años se modificó el plan escolar -1984- y se formalizaron los estudios de grado, otorgando el título de licenciatura a los talleres de Pintura, Escultura y Grabado.
Una década después se trasladó al Centro Nacional de las Artes (Cenart), renovó su oferta académica y su plan de estudios, en el que se estableció una sola licenciatura de Artes Plásticas; sin embargo, en 2007, se sustituyó por la Licenciatura en Artes Plásticas y Visuales.
Para 2016 se elaboró un nuevo plan de estudios para formar profesionales capaces de realizar una intervención creativa e imaginativa con, para y desde la sociedad.
“Hablar de La Esmeralda supone varias revisiones históricas que rebasan la versión oficial, pues en sus anales se intuyen procesos complejos, no solo de una aclaración ontológica, sino de una eclosión de enunciados que plasman un horizonte de significación donde los diálogos y el concilio se organizan en una lógica de co-creación y co-efectuación”, señaló la directora de la ENPEG La Esmeralda, Karla Alexandra Villegas Ramírez.
Semillero de egresadas y egresados con reconocida trayectoria
Esta escuela, recordó, ha sido y sigue siendo semillero de egresadas y egresados de la talla de Rina Lazo, Pedro Coronel, Lilia Carrillo, Fanny Rabel, Adolfo Mejía Mexiac, Philip Bragar, Flora Goldberg, Rodolfo Nieto, Herlinda Sánchez, Ernesto Torices, Antonio Nava, Enrique Guzmán, Carlos Santos, Maris Bustamante, Naomi Rincón Gallardo, Estrella Carmona, Georgina Bringas, Vanessa Bohórquez, Fernando Llanos, Juan José Rivas, Carla Herrera-Prats, Roberto de la Torre, David Miranda, Violeta Celis, Gustavo Prado, Ricardo Rendón, principalmente.
A lo largo de este año, anunció, y hasta el octogésimo aniversario, se realizarán trabajos de recuperación historiográfica para dar cuenta del amplio y largo camino de La Esmeralda en la historia nacional y su impacto internacional.
