La ENDF contribuye al campo profesional, la creación e investigación de la danza folklórica: Julio César Quintero

Cultura

La Escuela Nacional de Danza Folklórica (ENDF) tiene el propósito de formar profesionales en la disciplina artística de la danza folklórica que demuestren el dominio de las diferentes tareas que involucra la interpretación, creación, enseñanza y difusión de la misma en el ámbito profesional a partir del manejo conceptual, coreológico y metodológico de sus diferentes estilos.
“El plan de estudios de la licenciatura en Danza Folklórica se encuentra integrado por ocho semestres y se desarrolla en tres áreas específicas: la etapa básica conformada por el primer y segundo semestres, la etapa de desarrollo que va del tercer al sexto semestre, y la etapa de integración del séptimo al octavo semestre. A lo largo de estas etapas de formación, el estudiante adquiere el conocimiento de manera creciente”.
Así lo refirió Julio César Quintero, director de la ENDF, al hablar en entrevista para el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) del mapa curricular de la instancia educativa, sus objetivos, perfil del egresado, la forma en que la escuela promueve la educación artística en la población indígena y la difusión que realiza de la danza folklórica de diversas regiones del país, entre otros puntos de relevancia.
Los interesados en ingresar a la ENDF deben poseer las características morfológicas y capacidades físicas que permitan el desarrollo profesional de la disciplina en el ámbito profesional. En cuanto al perfil de egreso del profesional de la danza folklórica, este está en función de la demostración de cada una de las competencias que se disgregaron a lo largo de la formación.
Con una trayectoria de 40 años, la escuela “tiene sus antecedentes desde la Academia de la Danza Mexicana, el Sistema Nacional para la Enseñanza Profesional de la Danza y, ahora, como escuela profesional de danza folklórica. Durante ese tiempo ha sido un referente muy importante del desarrollo escénico de la danza”, dijo el maestro Quintero.
“Lo que la escuela propone ahora es dar un paso más en los procesos de creación a partir de los contextos folklóricos que conocemos tradicionalmente. Nuestra razón de ser se da a partir del estudio de la danza tradicional, con las costumbres arraigadas de los pueblos y las comunidades de México, y la danza folklórica, con el tránsito que sufren las tradiciones en el escenario, la folklorización de la tradición”.
Afirmó que se trata de una escuela que contribuye mucho al campo profesional, la creación e investigación, con nuevas formas de ver la danza folklórica a partir del estudio de lo que hacen sus egresados, la influencia de los procesos de creación artística en la danza folklórica, los maestros que están en el extranjero y los grandes bailarines que forman parte de las compañías más importantes del país.
Consideró que un semillero muy importante para la ENDF son las prácticas de campo que realiza para hacer levantamiento de la danza en la comunidad. “La danza folklórica sufre tres procesos de investigación para llegar al escenario: el levantamiento físico de observación en la comunidad específica donde se realiza la danza, la metodología para enseñarla a los estudiantes y la escenificación de la danza relacionada con la parte creativa y proyección del bailarín.
“El trabajo de investigación se le retribuye a la comunidad para que tenga un acervo que le permita dar continuidad al proceso a través de los cambios generacionales que tienen y para que no se pierdan los testimonios y la intención de la danza. Así, nosotros retribuimos a la región para que la tradición se conserve lo más fiel posible”.
Señaló que dentro de las actividades más importantes que realizan para promover la danza folklórica del país se encuentran las prácticas escénicas que se efectúan durante enero y julio, los cursos que traen a la escuela a los informantes de las comunidades y el Festival de Danzas Marcelo Torreblanca.