La encrucijada de las empresas tras el coronavirus: El sector privado no puede ser una carga

Internacional

Ante la reciente advertencia del Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, de que la COVID-19 puede causar “una crisis económica sin precedentes”, se abre el interrogante de qué papel han de desempeñar las empresas privadas en este periodo de incertidumbre.

Frente a un incierto futuro financiero surgen preguntas cómo si el sector privado puede «reconstruir el mundo en mejores condiciones» tras la pandemia, o incluso, ¿puede quedar relegada a una mera pretensión de baja prioridad la idea de la ONU de logar un futuro sostenible? Formulamos estas preguntas al director general de uno de los mayores conglomerados del mundo, que trabaja codo a codo con la Organización para lograr un futuro mejor.

Suphachai Chearavanont, es el responsable del Grupo CP con sede en Tailandia y presidente del Pacto Mundial de las Naciones Unidas en Tailandia. Con empresas en 22 países, en una amplia gama de sectores, desde la agricultura hasta el automóvil, pasando por la industria farmacéutica e inmobiliario, Chearavanont tiene una visión privilegiada de los enormes cambios que se están produciendo en las economías asiáticas acentuados por la pandemia de COVID-19.

El Grupo CP forma parte del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, la mayor iniciativa de sostenibilidad del mundo, desde el año 2003. Al formar parte del Pacto significa que el Grupo se comprometió a respetar diez Principios Empresariales, en materia de derechos humanos, trabajo, medio ambiente y lucha contra la corrupción. Noticias ONU habló con Chearavanont en su oficina de Bangkok, y le preguntó si los impactos de la pandemia dificultan el cumplimiento de esos compromisos.

«Aunque no estamos involucrados en las industrias más afectadas, como las relacionadas con el turismo o la logística, por supuesto que la pandemia ha causado un gran impacto en todo el mundo, en Tailandia y dentro del Grupo CP.

Sin embargo, nuestro compromiso con el desarrollo sostenible no ha variado, sino que incluso se ha incrementado. Creo que la COVID-19 es un claro recordatorio de que necesitamos vivir de un modo sostenible y responsable, y que debemos ocuparnos de los distintos aspectos del bienestar y de la salud de forma conjunta, en sociedad.

Pese al terrible precio que supone esta pandemia, el impacto del cambio climático representa una mayor amenaza para la supervivencia de la humanidad.

Al mismo tiempo, tratamos de ayudar al público y al Gobierno a enfrentarse a esta situación y pusimos en marcha iniciativas para atender las preocupaciones de nuestros empleados. Tenemos unos 350.000 trabajadores y les dijimos que no habría despidos. De hecho, estamos contratando a 20.000 repartidores. Esto también nos ayuda a asegurar la continuidad de la empresa».

Sin embargo, en el sudeste asiático se está produciendo un gran aumento del desempleo…

«Parte de la responsabilidad del sector privado consiste en no crear más cargas para el público y el Gobierno: antes de reducir el número de personas, debemos buscar formas alternativas de reducir los costos y capear la tormenta. Antes de despedir a la gente se pueden tomar muchas medidas, incluso sin incentivos ni apoyo gubernamentales. Necesitamos adoptar una visión a largo plazo, evaluar cuánto tiempo durará este período de incertidumbre, y ver qué podemos hacer.

Todas las crisis traen consigo oportunidades y esta podría ayudar a las empresas a transformarse, y volver mejor y más fuertes. Los líderes y los directivos pueden demostrar que es posible mantener los puestos de trabajo y cuidar de los empleados, y que es el momento perfecto para cambiar de cultura, abandonar nuestras zonas de confort y abrirnos a un cambio positivo».

¿Se necesita una transformación radical del modo en que operan las grandes empresas y la economía mundial?

«Para nosotros, un elemento importante fue cumplir con los Principios Empresariales del Pacto Mundial de las Naciones Unidas (operar de manera que, como mínimo, se cumplieran las responsabilidades básicas en materia de derechos humanos, trabajo, medio ambiente y lucha contra la corrupción), y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización (el proyecto de las Naciones Unidas para lograr un futuro mejor para todos).

Creemos que la sostenibilidad consiste en garantizar la prosperidad de las personas de un país, de modo que nosotros como empresa también podamos prosperar. No se trata simplemente de tomar todo lo que podamos y luego cerrar.

Antes de despedir a la gente se pueden tomar muchas medidas, incluso sin incentivos ni apoyo gubernamentales, Suphachai Chearavanont responsable del Grupo CP en Bangkok.

Comprendemos que, a nivel empresarial, industrial y de usuario, consumimos recursos naturales y necesitamos gestionar los residuos que producimos, como los desechos alimentarios, los residuos plásticos que terminan en los océanos, y nuestra huella de carbono. También somos conscientes de la desigualdad, de que las oportunidades de recibir una buena educación y un buen trabajo no se reparten de manera equitativa.

Esta toma de conciencia nos impulsa a creer en la necesidad de hacer lo correcto. No tienes nada que perder al llevarlo a cabo, y te ayuda a aprender más, y a innovar. Debemos ser capaces de gestionar nuestro negocio en función de un objetivo, no sólo con fines de lucro. Esto es lo que significa la sostenibilidad.

Y de no hacerlo acabaremos pagando por ello de una manera u otra, ya sea en cuestiones ambientales, como el cambio climático, o con sociedades más desiguales o en inestabilidad política. Así que, ¿por qué no ser más inclusivos?»

¿Cree que es probable lograr un futuro más justo e inclusivo?

«Digamos que, si todas las empresas que cotizan en los principales mercados de valores decidiesen anunciar objetivos como lograr una huella de carbono neutra, o cero residuos, para 2030, o incluso 2050… con sólo fijar las metas, cambiarían el mundo. Esto se debe a que, aunque la gente se dé cuenta de la necesidad de cambio, para creerlo necesitan ver a alguien dan ejemplo: si tú puedes hacerlo, yo también puedo.

Y si su empresa puede triunfar y ser rentable, al tiempo que muestra su capacidad de inclusión, aborda la crisis climática y las cuestiones de derechos humanos, entonces la mía también puede serlo.

Por lo tanto, la respuesta es sí. Soy optimista, creo que sólo tenemos que hay que continuar creyendo, y dar el mejor ejemplo».

Chearavanont fue uno de los oradores de la Cumbre virtual 2020 de Líderes del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, que se celebró los días 15 y 16 de junio.

El encuentro celebró su vigésimo aniversario y se centró en la recuperación económica tras la COVID-19, y en cómo asegurar que ésta conduzca a un mundo socialmente justo, con bajas emisiones de carbono y capacidad de recuperación climática, en el que nadie quede atrás.