Como actividad paralela de la muestra La difícil experiencia de salir de experiencias difíciles, de José Luis Sánchez Rull, la compositora y chelista guatemalteca Mabe Fratti ofrecerá un concierto en la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS), en el que volcará su experiencia de 15 años en la improvisación con el instrumento que la ha llevado a explorar en la experimentación sonora.
El recital que se realizará el jueves 14 de noviembre a las 19:00 horas en el recinto del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) pondrá de manifiesto la calidad interpretativa de la joven artista centroamericana, quien ha destacado en la improvisación y por lo cual la buscan músicos de otros géneros y de diferentes países.
Quienes han tenido la oportunidad de escucharla en directo o mediante algunos de sus discos opinan que el objetivo de Fratti es la curiosidad por aprender más formas de aplicar el poder de lo sonoro y contar historias.
En dicho concierto, la compositora e improvisadora presentará una pieza sonora que mostrará su búsqueda por construir experiencias de carácter extendido, que suele incluir historias confusas.
Gracias a su talento, la chelista ha tocado en festivales nacionales sonoros y visuales, tanto en museos públicos como privados, al lado de Gudrun Gut, Joachim Irmler, Julian Bonequi, Camille Mandoki, Denise Gutiérrez y Angélica Castelló.
También incluye a Antoine Lang, Concepción Huerta, Gibrán Andrade, Alina Hernández, Fernando Vigueras, Brad Weber (Pick a Piper, Caribou), Alex Hentze, Pamela Flores, Erreopeo, Dinelka Liyanage, Andy & Hannes Teichmann, Betty Apple, EvilTapes y CNDSD, entre otros.
Curiosidad e innovación
A partir de la curiosidad que la identifica, la cual es una de sus principales herramientas, Fratti creó un programa en Radio Nopal, enfocado a la investigación “de música arriesgada y experimental” en América Latina, y también organiza actividades musicales o poéticas.
A principios de este año dio a conocer su primer disco de larga duración titulado Pies sobre la tierra, en el que hace referencia al espacio mental como un sitio de relativa libertad e ilusión, que es como la interacción con lo tangible.
En una entrevista la artista guatemalteca dijo que, en los últimos años, luego de improvisar en sus conciertos, ha aprendido a escuchar “y a partir de ahí fui aprendiendo a editar mi música; es decir, qué se queda (en las grabaciones) y qué entiendo por armonioso, buscando mi propio sonido. Todo es un aprendizaje constante”, aseveró.
Señaló que el chelo es su segunda lengua. “Dialogo con él y, al igual que la computadora, puedo ir jugando: siempre elijo un punto de inicio y un sonido que me pueda llevar al siguiente”.
Fratti, quien radica en la Ciudad de México, lanzó el año pasado la producción Aprendiendo a hablar, en la cual ya se encontraban los cimientos de su sonido.
Su música, de acuerdo con los críticos, es un balance entre la música de cámara, la experimentación y el pop, al estilo de Zoe Keating y Laurie Anderson. Otros, en cambio encuentran sus influencias en Penderecki y las dulces baladas pop. Su sello discográfico es Hole Records, dedicado a la difusión del noise y la psicodelia mexicana.
