La charla El Metro y la arqueología de la Ciudad de México abrirá ventanas hacia nuestra riqueza en la Sala Manuel M. Ponce

Cultura

Vestigios del pleistoceno, huesos de mamut hasta restos de una batalla en el siglo XIX fue posible encontrar y recuperar durante las excavaciones de las 12 líneas del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC).
En el marco de la muestra Metro 50 años, la cual se presenta en el Museo Nacional de Arquitectura, Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador nacional de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), hablará de los descubrimientos realizados durante la construcción del Metro en la conferencia El Metro y la arqueología de la Ciudad de México, el 5 de septiembre a las 19:00 horas en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
“Cuando caminamos por las estaciones del Metro y por los pasillos no imaginamos la riqueza cultural que encierra nuestra ciudad. No es la Ciudad de México, son las ciudades de México, una sobre otra. Las obras del Metro abrieron ventanas hacia el pasado”, señaló Sánchez Nava, quien supervisó las labores de salvamento arqueológico en las excavaciones de las líneas 3 a 7 y 9 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro.
Mediante diapositivas ilustrarán la charla del arqueólogo, por lo que el público asistente podrá observar algunas de las piezas que se han encontrado gracias a las excavaciones, algunas a más de 20 metros de profundidad.
Sánchez Nava, quien también ha sido coordinador del proyecto Salvamento Arqueológico Metro; Cuenca de México; Programa Nacional INAH-PROCEDE, indicó que el subsuelo de la Ciudad de México entraña una gran cantidad y diversidad de vestigios, que van desde los restos de animales pleistocénicos que vivieron en la Cuenca de México hace por lo menos diez mil años, hasta los restos no sólo de su variado pasado prehispánico y de lo que fue la antigua Tenochtitlan, sino también de la ciudad novohispana que se erigió sobre ella y, posteriormente, de lo que fue la capital del México independiente.
Gracias a los trabajos de salvamento arqueológico que el INAH llevó a cabo durante la construcción de la red del Metro fue posible la recuperación de un cúmulo extraordinario de datos e información medioambiental, paleontológica, arqueológica e histórica, que ha sido clave para el conocimiento del pasado de esta gran metrópoli y que nos permiten recrear y compartir la memoria colectiva que nos da cohesión e identidad como comunidad.
Mencionó que se encontró desde fauna pleistocénica, como huesos de mamut, bisonte, caballo, cascarones de huevo de grulla, restos de hombre con una antigüedad de por lo menos siete mil años; templos, aldea salinera, la pirámide de Ehécatl, una aldea teotihuacana, restos de la batalla del Molino del Rey; información muy variada de hace más de 10 mil años hasta el siglo XIX.
“Es una oportunidad para la investigación de la ciudad este tipo de obras, los vestigios se encuentran lo mismo a gran profundidad como es el caso de la línea 7 que casi a nivel superficie.”
Sánchez Nava estudió arqueología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, y tiene maestría en Historia y etnohistoria y doctorado en Antropología por la misma institución. En 1978 ingresó al Instituto Nacional de Antropología e Historia como investigador, desde entonces ha sido coordinador del Proyecto de Salvamento Arqueológico Metro; Cuenca de México; Programa Nacional INAH-Procede; entre otros.
Es perito experto en materia de arqueología inscrito al Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa; además ha sido presidente del Consejo de Arqueología y actualmente es coordinador Nacional de Arqueología del INAH.
Sus investigaciones se han centrado en Teoría y práctica de las tareas de salvamento arqueológico; Arqueología histórica; La sal en la época prehispánica; saqueo y coleccionismo; patrimonio arqueológico y las tierras comunales de México; La simbología del poder y más recientemente Arqueoastronomía aplicada a la arquitectura y el urbanismo en Mesoamérica.
Su producción académica comprende más de seis libros, una treintena de artículos publicados, y una Mención honorífica en el Premio Alfonso Caso 2015 a la Mejor investigación Orientaciones astronómicas en la arquitectura maya de Tierras bajas.