La capacidad de asientos del sector de la aviación civil ha caído a niveles de 2003

Internacional

Los importantes descensos que se registran en el transporte aéreo mundial y regional continúan provocando graves tensiones de liquidez para las empresas y los proveedores, asegura la agencia de la ONU especializada en la aviación civil, que ha convocado una conferencia internacional para examinar la situación del sector.

El presidente del Consejo de la Organización de Aviación Civil Internacional, Salvatore Sciacchitano, ha indicado a los líderes de la aviación civil de América Latina que el sector se enfrentará a una serie de desafíos a medida que el transporte aéreo empiece a volver a la normalidad.

Sciacchitano destacó que en términos de capacidad global de asientos se ha regresado a los niveles del año 2003 y que la Organización proyecta una reducción global de pasajeros de entre el 41% y el 51% para 2021, en comparación con la disminución del 60% que detectó para 2020.

Durante un evento sobre «Resiliencia y eficiencia a través del liderazgo y la cooperación» en la era post-COVID para la aviación latinoamericana, Sciacchitano resaltó que “los importantes descensos que se registran en el transporte aéreo mundial y regional continúan provocando graves tensiones de liquidez para las empresas y los proveedores, y en toda la extensión de las cadenas de valor del transporte aéreo y el turismo.»

La mayor parte de las observaciones del presidente de la Organización pusieron de relieve cómo el Grupo de Trabajo para la Recuperación de la Aviación del Consejo de la OACI ha estado estudiando de forma proactiva los retos que se avecinan.

Proveer una cooperación entre Gobiernos e industria

En el marco de sus últimas recomendaciones de respuesta y recuperación se han identificado nuevas prioridades para ayudar a la alineación internacional de las medidas y promover una cooperación más eficaz entre los gobiernos y la industria.

«Esta última fase de las orientaciones y recomendaciones del Grupo de Trabajo se ha centrado en cuestiones específicas relacionadas con las estrategias de gestión de riesgos a varios niveles de los Estados. Apoya la creación de corredores aéreos de salud pública, promueve la distribución segura y eficiente de vacunas a nivel mundial y los servicios aéreos universales de carga, y promueve los certificados estandarizados de pruebas de COVID-19 para su uso internacional seguro», confirmó.

Añadió que «también incluyen actualizaciones sobre la vacunación de las tripulaciones aéreas, prioridades de seguridad relacionadas con la recuperación por sectores, y un llamamiento para que los funcionarios nacionales de aviación civil y transporte promuevan con enérgicamente las prioridades económicas y de salud pública del transporte aéreo.»

Sciacchitano destacó que el cumplimiento de estos objetivos a corto plazo dependerá del establecimiento de estrategias nacionales y regionales de gestión de riesgos para abrir gradualmente las rutas aéreas, y de que los responsables nacionales tengan más en cuenta el papel del transporte aéreo como impulsor y potenciador de la capacidad de recuperación económica.

También se identificaron como preocupaciones futuras otras repercusiones a largo plazo para los modelos de negocio y las operaciones del transporte aéreo tradicional después de la pandemia, ya sean debido a la aceleración de la digitalización o a las mayores expectativas de los pasajeros en cuanto a opciones de viaje más saludables y sostenibles.

Conferencia internacional en octubre

El máximo responsable de la Organización concluyó subrayando que «la pandemia del COVID-19 no es sólo una crisis sanitaria, sino también una crisis económica y financiera que plantea a los gobiernos compromisos muy difíciles en términos de prioridades sanitarias, económicas y sociales«.

Anunció que la Organización de Aviación Civil Internacional tiene previsto una conferencia de alto nivel sobre estos temas para este mes de octubre.

Finalmente, Sciacchitano elogió a los Estados latinoamericanos por el nuevo acuerdo de liberalización de la carga aérea regional para reforzar el transporte de vacunas y la recuperación a largo plazo en toda América Latina, así como por la capacidad general de resistencia y respuesta a la pandemia que han demostrado hasta la fecha.