La autonomía, inherente a las universidades: José Sarukhán

Cultura

Una universidad, por principio, es absolutamente autónoma en lo que se refiere a la libertad de analizar, investigar, enseñar, de difundir todas las ramas del pensamiento legítimamente utilizables en una institución académica, afirmó José Sarukhán, ex rector de la UNAM.

Fuera de la tradición española de universidad, de donde proviene la UNAM, instituciones de educación superior de Europa y Estados Unidos no se llaman Universidad ‘Autónoma’ de Stanford o de Cambridge, porque se da por sentado este elemento central de la autonomía, anotó.

Esta característica, que hemos adquirido por herencia, y al menos parcialmente políticamente generada, trata de evitar la injerencia política, religiosa e ideológica en el funcionamiento de una universidad, dijo en el campus Morelos de esta casa de estudios, donde dictó el primer seminario de un ciclo dedicado a los 90 años de la autonomía universitaria.

En el auditorio Tonatiuh, del Instituto de Energías Renovables (IER), en Temixco, explicó que la autonomía es la manera en que nuestras universidades se defienden de la injerencia externa.

“Pero el hecho es que no ha sido así. Las universidades mexicanas han tenido una interferencia política-ideológica enorme, ni siquiera de grandes líneas de pensamiento ni de discusión política, sino de grupos de grilla”, criticó.

Funciones sustantivas

Sarukhán recordó que la Universidad tiene tres funciones sustantivas: investigación, educación y difusión. Las dos primeras han sido desarrolladas, pero en la tercera falta participación.

“Nos falta hacer difusión del conocimiento en todas las áreas, para que llegue a la sociedad. Es algo en lo que debemos ejercer la autonomía”, remarcó.

Para el también coordinador y fundador de la CONABIO, cuando somos parte de una institución autónoma adquirimos una responsabilidad, y es la de hacer que esa autonomía funcione plenamente.

“Hay muchas cosas que componen la autonomía, como la posibilidad de analizar todo el conocimiento universal, enseñarlo y comunicarlo a los alumnos. Pero también la responsabilidad de cumplir ese propósito de la manera más cabal posible”.

Aquí el concepto de autonomía se difumina rápidamente, pues tenemos la responsabilidad de que funcione plenamente. “Casos como los de las universidades involucradas en tramas ilegales dañan la autonomía, porque además tienen una corrupción moral”, sentenció.

Para Sarukhán, la autonomía es libertad con responsabilidad, es permitir que se enseñen todas las cosas, y es también la calidad.

Por último, consideró un imperativo de los académicos traducir el conocimiento para que toda la sociedad pueda entenderlo. “Es una tarea que solamente la comunidad académica puede hacer”.