Son muchas las pioneras que han contribuido al enorme esfuerzo del fútbol femenino por escapar del laberinto del sexismo. La disciplina estará eternamente en deuda con Nettie Honeyball, Florence Dixie, Alice Milliat, Lotte Specht, Eleanor Roosevelt, Brajaranjan Ray, Malfrid Kuvas, Hannelore Ratzeburg, Jim Selby, Sif Kalvo, Megan Rapinoe o Ada Hegerberg, entre otras muchas.
Pero, ¿quién hubiera imaginado que ese grupo vanguardista de activistas, futbolistas profesionales y políticas iba a incluir a una colegiala de siete años?
En Río de Janeiro, posiblemente el principal semillero del fútbol infantil, no había competiciones femeninas en 2017. Y las niñas tenían prohibido participar en ligas masculinas.
Pero todo cambió cuando Júlia Rosado de Souza, Jujugol, obligó a las autoridades a cambiar la legislación. Y lo logró, más concretamente, gracias a su impresionante calidad.
“Creo que ya nací apasionada por el fútbol, aunque empecé a jugar a los cuatro años”, cuenta con entusiasmo a FIFA.com.
Pese a todo, a Júlia seguían regalándole Barbies.
“Al ser una niña, la gente pensaba que había que regalarme muñecas por mi cumpleaños”, recuerda. “No es que no me gusten, aunque no son lo que más me interesa, así que les quitaba las cabezas con cuidado y las usaba para jugar al fútbol”.
Y la práctica del fútbol se le daba tan extraordinariamente bien que, después de que multitud de gente se acercase embelesada a verla en acción y surgiese un clamor por verla jugar de forma oficial, la federación de fútsal de Río de Janeiro decidió dar marcha atrás y la muchacha nacida en Teresópolis fue la primera niña en competir en las ligas masculinas: a sus siete años, actuó nada menos que en la categoría sub-9.
“Me alegré muchísimo”, cuenta Júlia. “Porque la federación no solo me abrió las puertas a mí, sino también a otras niñas”.
Y la batalla de Jujugol no terminó ahí.
“Era dificilísimo que alguien me pasase el balón”, explica. “Pensaban que, por ser una niña, no sabía jugar al fútbol”.
“Pero poco a poco les fui demostrando que me gustaba el fútbol, que sabía jugar, que tenía calidad y que el deporte es para todo el mundo. A base de dedicación y entrega en los entrenamientos, para mejorar siempre cada día, empezaron a quererme en su equipo”.
Lo cierto es que Jujugol posee un repertorio temible. Tiene un juego de cintura como el de Marta, hace caños iguales que los de Ronaldinho, tiene la fuerza, la audacia y la movilidad de Hegerberg, los tiros de puntera de Romário y una zurda estruendosa similar a la de Rivelino.
Ya ha cambiado la cantera del Barcelona en Brasil por la del París Saint-Germain, ha deslumbrado en torneos juveniles por todo el globo y ha sido nombrada “Atleta de Río de Janeiro”.
Se entrenó con Cristiane, Formiga, Marta y el resto de las integrantes del plantel brasileño que se disponía a viajar a la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019™. Ha practicado con Amandinha y con la selección absoluta de fútsal de su país. Aparece habitualmente en los programas de televisión. Recibe felicitaciones de cumpleaños y mensajes por vídeo de Zico, Marta, Thiago Silva y Cristiane. Y sus más de 78.000 seguidores en Instagram pueden ver fotografías suyas con Ronaldinho, Kaká, Milene Domingues, Fred, Jorginho y Robinho, entre otros.
“Fue estupendo coincidir con todas las jugadoras, todas me trataron con mucho cariño y atención”, afirma Jujugol. “Pero, en cuanto a posiciones, me identifico mucho con Andressa Alves y Cristiane, porque son delanteras y zurdas, como yo”.
“Me dieron muchos buenos consejos. Uno que me ha quedado grabado es no renunciar nunca a mis sueños, y disfrutar de todas las sesiones de entrenamiento y de todos los partidos, para progresar cada vez más”.
“Mi sueño es llegar a ser una gran futbolista y crecer, pero no crecer sola, sino junto con el fútbol femenino”.
Una calidad excepcional en una pionera admirable. Resulta difícil creer que esta joya carioca que tanto brilla apenas tenga 10 años…