Investigación de Rafael Navarro sobre Marte, calificada como la mejor en el campo de ciencias de la Tierra y el espacio

Cultura

Los más recientes hallazgos sobre Marte, realizados por Rafael Navarro González, experto de la UNAM y colaborador de la NASA, fueron calificados por la Unión Geofísica Americana (AGU) como la mejor investigación en el campo de las ciencias de la Tierra y el espacio.

El investigador del Instituto de Ciencias Nucleares, quien se encuentra en Estados Unidos, expresó su satisfacción porque la revista EOS (portal eos.org), órgano oficial de difusión de la American Geophysical Union, destacó su trabajo. “Precisamente presenté estos resultados en NASA Goddard, en la reunión semestral del Curiosity”.

La Unión Geofísica Americana es considerada la organización más importante en el área, al contar con más de 62 mil miembros (investigadores y aficionados de esta ciencia) procedentes de 144 países.

“Es la sociedad científica más grande del mundo y tiene muchas publicaciones en ciencias de la Tierra y del espacio. El hecho de que mi investigación haya sido seleccionada como una de las más importantes, muestra que es de gran impacto y está en la frontera del conocimiento”, añadió.

Desde 2004, el mexicano Navarro González colabora con la NASA, primero para el diseño, después la supervisión y hoy el análisis de datos obtenidos por el laboratorio Sample Analysis at Mars (SAM), corazón del robot explorador Curiosity, actualmente en Marte.

Los análisis realizados por SAM y Curiosity revelaron cómo el agua sigue fluyendo en ese planeta, después de que perdiera su dióxido de carbono atmosférico.

Basado en sus análisis e investigaciones, Navarro González propone que el hidrógeno es una pieza clave en el rompecabezas climático del planeta rojo: ante la ausencia de dióxido de carbono, el hidrógeno emitido por los volcanes pudo evitar que Marte se congelara y permitir que el agua siga fluyendo libremente, incluso luego de la desaparición de otros gases de efecto invernadero, acentúa EOS.

El trabajo fue presentado en la UNAM el pasado 25 de marzo por el propio Navarro González y expertos de la NASA; fue publicado originalmente en el Journal of Geophysical Research, en su sección Planetas.