Ingresa investigador de la UNAM a la Academia de Ciencias de América Latina

Cultura

Por su actividad científica de alto nivel, que incluye sus investigaciones con la mosca de la fruta, enfocadas al cáncer humano, y por sus aportes encaminados al progreso de la ciencia, Mario Enrique Zurita Ortega, investigador del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, ingresó a la Academia de Ciencias de América Latina (ACAL).

A partir de sus experiencias con Drosophila melanogaster (nombre científico de la mosca de la fruta), desde hace cinco años decidió enfocarse al cáncer humano, “porque muchos de los factores con los que trabajamos en estos organismos también están presentes en las personas, y tienen un papel importante para la cura o la generación de este padecimiento”, explicó.

Usando este modelo animal, el universitario y su equipo indagan la expresión de los genes en el desarrollo, la regulación en células cancerosas y cómo atacar la enfermedad.

“Tenemos un proyecto de búsqueda de fármacos nuevos que exterminen de manera preferencial a las células cancerosas. Queremos saber cómo responden y cómo se defienden, y cómo su mecanismo de respuesta potencia la malignidad y el cáncer se hace más agresivo; este aspecto es importante porque se relaciona con la resistencia a los fármacos durante el tratamiento de la enfermedad”.

Zurita Ortega, también ganador del Howard Hughes Medical Institute International Research Scholar (2002-2006) y expresidente de la Sociedad Latinoamericana de Biología del Desarrollo, trabaja con ese insecto en aspectos de regulación de genes durante el desarrollo.

En laboratorio han contribuido a entender cómo algunos factores participan en la modulación de la expresión genética en diferentes momentos del desarrollo de Drosophila melanogaster, a nivel genético y epigenético.

La ACAL, para promover el desarrollo de la ciencia

Respecto a su ingreso a la Academia, Zurita Ortega remarcó que es un reconocimiento a su trabajo y a su grupo, conformado por estudiantes e investigadoras asociadas, así como a su labor como impulsor de la ciencia en la región. “Es un honor ser integrante de la ACAL, que alberga a científicos destacados a nivel internacional”.

La misión de este organismo es contribuir y promover el desarrollo de las ciencias matemáticas, físicas, químicas, de la vida y de la tierra, y sus aplicaciones en beneficio del desarrollo y de la integración humana, cultural y social de América Latina y el Caribe.

El propósito, reiteró, es establecer colaboraciones y ser un punto de referencia para el desarrollo científico de la región mediante la congregación de especialistas que han hecho contribuciones importantes al conocimiento.

Para ingresar, el universitario fue propuesto por Edward De Robertis, experto mundial en biología del desarrollo, de la Universidad de California, Los Ángeles, Estados Unidos, y por Pablo Wappner, del Instituto Leloir, en Buenos Aires, Argentina.

Su contribución consistirá en difundir a este organismo, detectar a investigadores en el país que difundan la investigación científica, establecer colaboraciones y el intercambio de estudiantes, además de ofrecer pláticas y seminarios.

“La Academia se siente muy complacida por su elección porque, además de la satisfacción que nos produce la posibilidad de hacerle este justo reconocimiento académico, confiamos que su participación será muy valiosa para el logro de los fines mencionados”, se lee en la carta de aceptación firmada por su presidente, Claudio Bifano, y por el canciller, Rafael Apitz-Castro.

Su primer actividad será asistir al simposio de celebración de los 150 años de la Academia Argentina de Ciencias, la segunda semana de septiembre. “Ahí comenzaré mis labores de difusión y de intercambio con la comunidad científica latinoamericana como miembro de la agrupación”.

La ACAL fue creada en 1982 por un grupo de científicos de la región, en memoria de Simón Bolívar; y en 1983 estableció su sede permanente en Caracas, Venezuela, año del bicentenario del nacimiento del libertador.

Con ese propósito, desarrolla programas de cooperación que comprenden la divulgación de eventos científicos, evaluación permanente del potencial de investigación de América Latina y el Caribe, intercambio de investigadores y estudiantes, transferencia de conocimientos y formación de redes regionales de investigación.

También fomenta y realiza estudios de política científica y promueve el interés por la ciencia en los diferentes niveles educativos y entre toda la población.

Actualmente, tiene miembros de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela. También cuenta con miembros correspondientes de Alemania, Estados Unidos y Francia.