Incluyen acervo del Museo de Arte Moderno en la lista de repositorios históricos del Archivo General de la Nación   

Cultura
  • La memoria institucional y expositiva del MAM ha sido puesta a disposición de la ciudadanía y podrá consultarse de manera inmediata, atendiendo a la vocación del museo y a la Ley General de Archivos 

El Museo de Arte Moderno (MAM) y la Coordinación de Archivos del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) anunciaron la integración del acervo documental del MAM a la lista de archivos históricos nacionales.  

Su registro ante el Archivo General de la Nación (AGN) —autoridad máxima y rectora de la totalidad de los archivos de México— es resultado de un proceso sostenido y vigente de trabajo, rescate, organización y catalogación de un acervo que resulta vital para la investigación de las artes visuales en México y que hoy finalmente se encuentra a disposición del público como Archivo Histórico del Museo de Arte Moderno (Ahmam), el cual podrá ser consultado de manera inmediata, atendiendo a la vocación del recinto del Inbal y a la Ley General de Archivos. 

El Inbal, preocupado por la conservación y resguardo del patrimonio documental de su historia, a través de su Coordinación de Archivos, ha trabajado en el desarrollo de programas que perseguían ese objetivo hoy alcanzado: recuperar, resguardar y conservar los acervos documentales de todos sus recintos, entre ellos los museos, para ofrecerlos como un derecho a la ciudadanía. 

El Archivo Histórico del Museo de Arte Moderno se compromete a ser un espacio de información y consulta abierto a investigadores, académicos y público interesado; un repositorio que —además de cumplir con la legislación y normatividad federal al respecto— sea útil para la generación de conocimiento, el derecho a la información, a la cultura, a la identidad y a la memoria de todas y todos los mexicanos.  

 Se conforma por material de exposiciones temporales, permanentes e itinerantes, nacionales e internacionales, control de préstamos de obras nacionales e internacionales, adquisición / donación de obra, restauro de obra artística, autorización de reproducción de obra artística, colaboración con instituciones públicas y privadas, nacionales y del extranjero, talleres, cursos, conferencias, visitas guiadas, actividades para públicos específicos, etcétera. 

Constituido por la documentación generada a partir del desarrollo de sus actividades sustantivas y de difusión del arte nacional e internacional —desde su inauguración en 1964—, el Archivo Histórico resguarda en documentos de diversos tipos y soportes las gestiones realizadas por sus directores, curadores, historiadores del arte, museógrafos, gestores culturales y educadores, en el proceso de producción de exposiciones de su acervo artístico, así como el registro de otros asuntos relacionados con la conformación del mismo, aspectos sobre su conservación, y múltiples proyectos de colaboración con instituciones nacionales y del extranjero. 

Este repositorio abunda en fuentes, desde su apertura y hasta el presente año, para revisar el montaje y exhibición de 940 exposiciones: individuales y colectivas, de artistas nacionales y del extranjero. A ello hay que agregar todas las realizadas en colaboración con gobiernos de otros países y, sobre todo, la gran cantidad de proyectos internacionales llevados a cabo durante la gestión de Fernando Gamboa, un periodo muy importante en la historia del MAM.  

 El Archivo Histórico del MAM alberga también expedientes de relevancia como el referente a la historia de la fundación y edición entre 1974 y 1982 de la revista Artes Visuales, publicación parteaguas de la crítica y difusión del arte en nuestro país, con perspectiva de género. Mucho más que las exposiciones en sí, el modo de exhibir y, sobre todo, la disposición a dialogar con el público, apoyados por personajes como Carla Stellweg, Alfonso Soto Soria y Jorge Guadarrama, es lo que debe rescatarse del estilo de dirigir y gestionar una institución que caracterizaría a Fernando Gamboa.  

Con los medios, ahora a disposición del público en general en el AHMAM, se puede reconstruir la huella de una académica y formadora de varias generaciones de universitarios que trabajan en el ámbito de la cultura: Teresa Del Conde, quien estuvo activa tanto en el campo disciplinar de la historia del arte como en las reflexiones de fondo que competen a los profesionales de la psicología y la psiquiatría. Directora del Museo de Arte Moderno durante poco más de una década, Del Conde formó en la práctica a muchos que aún siguen activos en el mundo de los museos; fue además crítica indispensable que desde la opinión pública estampada en periódicos de circulación nacional reflejó el gusto y los debates en torno al arte de nuestro país.  

 A su gestión y visión curatorial se deben innumerables ensayos y exposiciones en torno a las figuras jóvenes del arte en México para los años sesenta y setenta: Manuel Álvarez Bravo, Vlady, Gunther Gerzso, Alberto Gironella, Héctor Xavier, Vicente Rojo, José Luis Cuevas, Manuel Felguérez; sus polémicas con Jorge Alberto Manrique, Raquel Tibol, Ida Rodríguez Prampolini, Juan García Ponce, Lelia Driben, fuera del país debatió con Martha Traba, Damián Bayón, Juan Acha y Saúl Yurkiévich. Más que un listado de exposiciones que viajaron por orden de Del Conde, historiar sus diálogos es lo que de verdad hablaría sobre el acervo del MAM y su proyección internacional a finales del siglo XX.