INAH publica fonograma dedicado a las expresiones sonoro-musicales de un pueblo huave

Cultura

Música ritual de un pueblo huave, de Roberto Campos Velázquez, fonograma número 69 de la serie Testimonio Musical de México, analiza las expresiones sonoro-musicales relativas al calendario ceremonial de esta comunidad ubicada en el municipio de San Mateo del Mar, Oaxaca.

El disco-libro, editado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), incluye 20 piezas con cantos a capela de viejos himnos en latín, de posible origen colonial, así como otros cánticos propios de celebraciones de rezos y rosarios de ese pueblo de raíz amerindia, que encuentran sus fundamentos y justificación en dimensiones culturales que apelan a los orígenes de los tiempos.

El volumen ahonda en la tradición sonora del pueblo huave, ubicado en el Istmo de Tehuantepec, que agrupa una decena de comunidades situadas en una extensión de no más de 75 kilómetros cuadrados.

Este territorio constituye una delgada barra, flaqueada al sur por el océano Pacífico y por dos grandes lagunas al norte, el resto de los asentamientos, aunque tienen origen histórico en la misma comunidad, se han ido separando de ella en el curso de las últimas décadas, aunque comparten el territorio, una historia común y un poderoso instrumento de cohesión social: la lengua huave u ombeayiüts (nuestra boca).

Así, músicas, toques de campanas, ruido de cencerros; gritos, silbidos, onomatopeyas de sonidos naturales y parlamentos rituales bufos conforman el repertorio con el que esta sociedad sonoriza sus ritos, fiestas y ceremonias religiosas, marcos sociales en los que la experiencia de escuchar en conjunto, deriva de un dispositivo que permite la reproducción dinámica de conocimientos y sentimientos sociales relevantes.

Algunos de estos cánticos suelen acompañarse con pequeñas orquestas de metales, siempre sin percusión. Pero también es común la participación de pequeñas bandas de metal y percusiones, las cuales amenizan algunas partes de las fiestas religiosas con viejos repertorios muy de moda en el gusto de los pobladores del Istmo en otros tiempos, tales como sones regionales, chilenas, danzones, marchas y boleros. O con géneros más recientes como cumbias y música tropical.

Por otro lado, también es parte del culto la danza ceremonial de los maliüns o malinches, quienes tienen su propia música: violín, redoblante o tarola, tambora y las xoob (sonajas), con las que los danzantes acompañan sus bailes.

Entre los huaves estas músicas forman parte de lo ceremonial, sin embargo, la investigación de Roberto Campos Velázquez, académico del área de Etnomusicología de la Facultad de Música de la UNAM, se centra en la que hacen los montsünd naab (los que tocan los tambores) y los monlüy kawüy (los que corren los caballos), quienes son responsables de emitir gritos y silbos, y de producir ruidos con un par de baterías de cencerros llamadas skil o rek.

El texto que complementa la grabación está dividido en tres partes, y las grabaciones que lo acompañan sirven de guía para introducir a lectores y escuchas al conocimiento de esta sociedad mediante una de sus prácticas sonoro-musicales y formas de pensamiento musical.

De esta forma, la primera parte, que lleva el nombre de “Música y sociedad”, presenta datos generales al respecto, y aborda la importancia del clima para la actividad económica de base (la pesca) y la relación que ésta guarda con el sistema de pensamiento que sustenta la práctica de la religión consuetudinaria.

La actuación de los montsünd naab y los monlüy kawüy encuentra su plena razón de ser en las festividades religiosas en honor a los santos católicos y los númenes homologados a éstos.

En la segunda parte, denominada “La sistemática musical”, se exponen las herramientas teóricas y metodológicas que permitieron realizar la grabación y el análisis de las piezas que forman parte del disco.

También se describen los instrumentos musicales y los sonidos rituales que utilizan los montsünd naab y los monlüy kawüy para expresarse, y se analizan los parámetros estrictamente musicales que permiten pensar esta expresión estética y religiosa.

Finalmente, en la tercera parte, “Repertorio”, se comenta la composición formal de las piezas del disco y las características estilísticas de la música de los huaves.

Destaca en el fonograma las fotografías de Roberto Campos Velázquez, así como algunas partituras del repertorio grabado.

Este fonograma, editado por la Coordinación Nacional de Difusión, a través de la Fonoteca del INAH, puede adquirirse en las tiendas de los museos del INAH y en librerías Educal.