Importante distinguir al avispón gigante asiático de otras especies de avispas y abejas nativas

Cultura

Las probabilidades de que el avispón gigante asiático llegue y se distribuya en México son bajas, pero es necesario saber distinguirlo de otros tipos de avispas y abejas nativas para evitar la matanza de especies que, se estima, polinizan 75 por ciento de las frutas, nueces y verduras que se cultivan en el planeta, destacó Adriana Correa Benítez, académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM.

La Vespa mandarinia, originaria de Asia, es conocida también como el gran avispón, el avispón amarillo, la gran abeja ballena y la gran abeja gorrión; el nombre de avispón asesino vino de un programa de televisión, aclaró.

Los individuos de esta especie tienen la cara de color amarillo. Las obreras miden de 2.4 a cuatro centímetros de largo y la reina puede llegar hasta los cinco centímetros; los machos son de un tamaño similar a las obreras y no tienen aguijón. La reina vive hasta un año, mientras que las obreras, de 15 a 35 días, detalló.

Son las más grandes del mundo y su presencia ha sido reportada en naciones como Japón, China, Corea del Sur, India, Malasia, Nepal y Tailandia, entre otras.

Se trata de un insecto social que forma grandes colonias, conformadas por una reina, cientos de obreras (hasta 540) y algunos machos; los nidos son construidos en la tierra, en huecos o cavidades ya existentes, con entradas estrechas y profundidades de hasta 60 centímetros.

En Japón, ejemplificó, se ha reportado que las obreras son más activas de julio a octubre (verano-otoño). Aunque las colonias están compuestas por cientos de ellas, la dispersión del avispón depende de las reinas, pues sólo ellas, cuando están fecundas, pueden establecer un nido e iniciar nuevos grupos.

Se reproducen en bosques húmedos y dependen de gran cantidad de recursos alimentarios para su sobrevivencia, por lo que los desplazamientos y migración hacia otros climas y tipos de suelo son poco probables, puntualizó.

Sin embargo, fueron vistas al noreste de Washington, Estados Unidos, el pasado 8 de diciembre, y también en abril de 2020. “Probablemente por las condiciones de primavera emergieron del periodo invernal para comenzar colonias; hasta ahora se desconoce cómo llegaron a Norteamérica, aunque se especula que pudo ser en un embarque internacional”.

La jefa del Departamento de Medicina y Zootecnia de Abejas, Conejos y Organismos Acuáticos de la FMVZ recomendó no molestar a esta avispa si se le llega a ver para evitar su ataque. “Se debe llamar a los especialistas para que ellos hagan el reporte y sean capturadas, reubicadas o eliminadas”.

Avispón asesino

A la Vespa mandarinia se le conoce como avispón asesino porque el veneno que inyecta con su aguijón puede provocar diversos daños en el organismo, como shock anafiláctico, necrosis tisular y daño renal; puede ser letal en personas alérgicas a su veneno o causar problemas serios si el ataque es de varias avispas, advirtió.

“No suele atacar a los humanos, pero puede reaccionar agresivamente si percibe una amenaza, en particular hacia su nido”.

Es considerada una plaga para las abejas melíferas, porque son una de sus principales fuentes de alimento. Los apicultores reportan gran número de abejas decapitadas por Vespa mandarinia.

“Se sabe que las avispas buscan fuentes de proteína para sus reinas y atacan colmenas de Apis mellifera. Devoran a las larvas y matan a las abejas adultas: las decapitan, mastican la masa muscular del tórax, la compactan (como una bola) y trasladan a su nido”, describió.

En sus ataques, que duran de una a seis horas, exterminan rápidamente a miles de abejas; se dice que una sola avispa puede acabar con cuatro por minuto.

Finalmente, Correa Benítez pidió ser prudentes, estar al pendiente de la distribución del avispón gigante asiático en Estados Unidos y, sobre todo, tener presente que existen otras especies que cumplen un rol benéfico en el ecosistema.