Idlib está a un paso de una pesadilla humanitaria como no se ha visto ninguna en este siglo

Internacional

Los titulares de once organizaciones humanitarias advirtieron que tanto la ciudad como la provincia de Idlib se encuentran al borde de un desastre en el que tres millones de civiles, niños un millón de ellos, están en peligro. El enviado especial para Siria pide un apoyo internacional renovado para crear un entorno que fomente la confianza.

Los enfrentamientos continúan en la ciudad siria de Idlib y sus alrededores con ataques aéreos, bombardeos y fuego de morteros. Los civiles siguen siendo asesinados y cientos de miles han sido desplazados. Los frentes de batalla no han cambiado, dijo este jueves el enviado especial de la ONU para Siria.

En un informe por videoconferencia desde Ginebra al Consejo de Seguridad sobre los acontecimientos más recientes en el país árabe, Geir Pedersen señaló también que el grupo terrorista Hayat Tahrir al-Sham tiene una presencia significativa en el área de disminución de la violencia en Idlib y continúa sus embestidas.

Este escenario exige que se otorgue protección a los más de tres millones de civiles que aún se encuentran en esa provincia, muchos de los cuales llegaron huyendo de otros sitios de combate. Aun los operativos contra el terrorismo precisan cumplir con las leyes humanitarias y de derechos humanos internacionales, subrayó el diplomático.

“Desde luego, no hay una solución fácil para Idlib, pero la única forma de encontrar una es detener las hostilidades y que las partes implicadas adopten un enfoque de cooperación para contrarrestar el terrorismo, un enfoque que contemple la protección de los civiles.”

Pedersen indicó que tanto Turquía como Rusia le han asegurado que mantienen su compromiso con el Memorándum de Entendimiento de septiembre de 2018. “Pero debemos ver este compromiso reflejado en el terreno. Reitero el llamado del Secretario General a Rusia y Turquía para que estabilicen la situación sin demora”, subrayó.

Pedersen se refirió también a los intercambios de fuego y las víctimas causadas en el norte de Alepo, así como a las señales de inestabilidad en el suroeste y a la falta de solución en el noreste del país.

Urge fomentar la confianza

“Las necesidades humanitarias y de protección son inmensas en todo el país y fuera de él. Hay una pobreza agobiante exacerbada por la escasez de bienes básicos y los altos precios en muchos lugares de Siria. Hemos visto una terrible avalancha de incendios devastar los campos de trigo y poner en peligro la seguridad alimentaria.”

El enviado aseveró que esta escalada de violencia y agitación sólo refuerza las dudas de los refugiados sirios en otros países sus dudas sobre las condiciones de seguridad y medios de vida, así como sobre la posibilidad de reclutamiento en Siria.

Según el diplomático, hace falta una serie de medidas para iniciar un ciclo de confianza. “Es lo que me han dicho los sirios de gran parte del espectro social.”

“Es por esto por lo que un proceso político debe ser mucho más que sólo reuniones en Ginebra. Debe incluir acciones concretas en el terreno que inspiren confianza. Por ello, intensificaré con los sirios de todos los sectores  las consultas sobre cuáles son los puntos que consideran prácticos y constructivos para emprender acciones que propicien confianza”, enfatizó.

Pedersen añadió, no obstante que son las partes involucradas las que deben implementar esas acciones.

En este sentido, reconoció que será difícil romper el actual impasse puesto que existe mucha desconfianza. “Sin embargo, creo que las discusiones y la cooperación internacional pueden ayudar a que los sirios superen estos obstáculos. Y esto no es socavar la naturaleza nacional del proceso, que pertenece a los sirios, simplemente es reconocer la magnitud del involucramiento internacional en Siria y del papel central del apoyo internacional para construir un futuro viable.”

Por esta razón, las medidas concretas en el terreno deben ser acompañadas de acciones internacionales, puntualizó Pedersen.

Riesgo de catástrofe humanitaria

Por su parte, los titulares de once organizaciones humanitarias advirtieron que tanto la ciudad como la provincia de Idlib se encuentran al borde de un desastre en el que tres millones de civiles, niños un millón de ellos, están en peligro.

En un video realizado para el lanzamiento de una campaña mundial de solidaridad con los civiles ahí atrapados, los líderes humanitarios destacaron la constante amenaza de violencia que padecen esas personas. “Muchos han muerto ya”, recalcaron, recordando que “aun la guerra tiene reglas”.

Las partes enfrentadas han atacado en múltiples ocasiones hospitales, escuelas y mercados en todo el país.

“Idlib está a un paso de una pesadilla humanitaria como no se ha visto ninguna en este siglo”, subrayaron.