Héroes de la vida real: el refugiado sirio que limpia hospitales en medio de la pandemia de COVID

Internacional

Hassan Akkad, un galardonado cineasta sirio, huyó de la guerra en su país hace cuatro años y ahora vive como refugiado en el Reino Unido. Tras el brote de COVID-19, decidió ayudar a los afectados por la pandemia convirtiéndose en un trabajador de limpieza en un hospital de Londres.

El documental sobre la peligrosa huida de Akkad de Siria, donde fue encarcelado y golpeado, recibió un premio BAFTA británico. El refugiado aparece con frecuencia en los medios de comunicación, y un video realizado con un teléfono móvil, en el que defiende a los trabajadores de la salud, ha sido acreditado por convencer al gobierno del Reino Unido de incluir a los empleados de limpieza y asistentes hospitalarios en un programa que protege a sus familias en caso de muerte o enfermedad.

Akkad compartió su historia personal como parte de la campaña #RealLifeHeroes (que se traduce como Héroes de la Vida Real) de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Se trata de una iniciativa para el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria que se celebra el 19 de agosto.

«La comunidad es bondad»

“Creo que la comunidad es bondad. En medio de tantas dificultades, vi a mi comunidad local en el este de Londres unirse para apoyarse mutuamente. La gente recogía medicinas de la farmacia para vecinos que ni siquiera conocía o dejaba paquetes de comida.

Hice una búsqueda en internet y vi que mi hospital local, Whipps Cross, necesitaba trabajadores de limpieza. Parecía una forma directa de contribuir al bienestar de mis compañeros londinenses ya que es adonde iría si yo, mi pareja, o las familias de mi vecindario nos enfermáramos. Fue un honor para mí contribuir de alguna manera.

Las personas que conocí allí son, sin duda, algunos de los seres humanos más humildes, trabajadores y dedicados que he conocido en mi vida. Vienen de todos los rincones del mundo: Ghana, Italia, Polonia, el Caribe, España e Irán.

Es importante señalar que estuve allí durante tres meses, la mayoría ha estado trabajando allí años; mi colega Albert, que me capacitó, ha estado trabajando para el hospital durante más de una década. Estas personas actúan con  la misma diligencia cuando la gente no está en las calles aplaudiéndoles todos los jueves. Su compromiso con el hospital y sus comunidades va más allá de los ciclos de noticias y más allá del COVID. Me inspiraron y energizaron todos los días, son como una familia para mí.

«Salva cien vidas y eres enfermero»

Lo más difícil de la pandemia es cómo ha separado a los seres queridos unos de otros. Ver a la gente enfermarse gravemente y morir sin tener cerca a sus familias fue algo muy difícil de presenciar.

Cuando limpias, ves a personas todos los días; muchos de ellos se hicieron mis amigos durante el período que estuvieron en el hospital, los saludaba todas las mañanas, charlábamos sobre el día, hacía todo lo posible para que se sintieran cómodos, es lo que espero que alguien haga por mis seres queridos en la misma situación.

Un momento memorable para mí fue cuando un colega de mi barrio me dijo: “Cuidar a uno  es amor. Cuidar a cientos es enfermería … salva una vida y eres un héroe, salva cien vidas y eres enfermero. Eso se me quedó grabado desde entonces.

Un día, el pabellón tenía poco personal. Perlita, enfermera desde hace más de treinta años, llamó a su hijo, un estudiante de enfermería en el mismo hospital, y le pidió que la ayudara. Apareció en 20 minutos y trabajaron juntos todo el día. Suena como algo pequeño, pero para mí encapsula gran parte de la actitud de las personas que se unen, las familias que se apoyan entre sí y salen adelante. Son estas pequeñas y silenciosas acciones de apoyo las más poderosas para mí «.