En el Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados votamos en contra de la realización del primer periodo extraordinario de sesiones porque la convocatoria fue tramposa e incluyó una “puerta falsa” para agregar otras reformas legislativas que favorezcan el abuso de la mayoría avasalladora.Las mayorías parlamentarias tienen la obligación de promover el diálogo, la negociación y respetar la pluralidad del Congreso que refleja la diversidad de la sociedad mexicana. La convocatoria para realizar un periodo extraordinario dejó abierta la posibilidad de integrar otras reformas; las cuales hasta ahora no tienen acuerdos porque podrían otorgar facultades inconstitucionales que abonen a un régimen autoritario y decretar recortes injustificados en la administración pública. Con estos riesgos, no avalamos ningún “cheque en blanco”.
Desde el inicio de la emergencia nacional por el Covid-19, hemos manifestado nuestra disposición de legislar cuanto antes los temas más importantes para México frente a la crisis económica, de salud y seguridad que azota a las familias mexicanas; nunca para cumplir los caprichos de otro poder.
La implementación del nuevo tratado de libre comercio de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) es una prioridad para nuestro grupo parlamentario. La actualización de este tratado comercial con nuestros vecinos de América del Norte comenzó con la administración pasada, somos los primeros interesados en que sus leyes secundarias queden aprobadas, y hemos sido consecuentes con los principios rectores con los que se originó: respeto y salvaguarda de los intereses de las y los mexicanos.
Durante semanas, las y los Diputados del PRI trabajamos junto a las otras fuerzas políticas y los senadores, para construir leyes que efectivamente sirvan al interés de las y los mexicanos en esta actualización del tratado comercial, logrando medicamentos más baratos, entre otros.
Por la cerrazón de la mayoría parlamentaria, la Cámara de Diputados pierde una oportunidad histórica para comenzar con la reactivación económica que ofrece el T-MEC, uno de los pocos pilares que pueden salvar a millones de mexicanos de la crisis económica.
En congruencia, votamos en contra de la realización de un segundo periodo extraordinario para la designación de consejeros electorales del Instituto Electoral Nacional (INE) debido a la cerrazón de la mayoría parlamentaria para construir consensos y mantener el diálogo democrático. No hay condiciones para la realización de un segundo periodo extraordinario.
El pueblo de México demanda grandes consensos entre partidos políticos. En el PRI estamos a favor de la reactivación económica con la oportunidad que ofrece el T-MEC y de mantener al INE como un árbitro imparcial de las elecciones en México, como un éxito de la lucha democrática en México. La mayoría parlamentaria está a tiempo de corregir el rumbo y la gobernabilidad en la Cámara de Diputados.
