El Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la Cámara de Diputados, a través de Antonio Ortega Martínez, cuestionó este lunes que, pese a la drástica reducción de recursos económicos y la crisis que enfrenta el campo, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador pretende imponer -también sobre este sector- una visión “ideológica” a un terma de política pública, anulando cualquier posibilidad de ingreso de capital extranjero, mediante su “Proyecto de Ley Financiera Nacional Agropecuaria”, que se discutirá próximamente en Parlamento Abierto.El legislador federal destacó además que en esta nueva institución, se excluye la participación de fondos privados en lugar de ampliarlos y lograr las mejores prácticas en el funcionamiento de la banca en México. Resaltó que también el capital nacional será excluido y remitido solo a “accionario” sin permitir su participación en el ámbito administrativo ni en la toma de decisiones aun cuando es bien sabido que puede ser una herramienta para fijar controles y mejores prácticas corporativas.
Durante la una reunión que la Mesa Directiva de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados sostuvo con Javier Delgado Mendoza, Director General de la nueva Financiera Nacional Agropecuaria (Finagro, que aglutina las funciones del Fideicomiso de Riesgo Compartido FIRCO; el Fondo de Capitalización e Inversión del Sector Rural, FOCIR; y AGROASEMEX); el perredista recalcó que se puede dar acceso al capital nacional y extranjero cuidando las prácticas y teniendo autocontrol y vigilancia.
¿Es conveniente -en un mundo global- insistir en esta visión ideológica de mantener al Estado como único actor de la política agropecuaria? ¿Ideologizar el tema de la producción y convertirlo en uno de soberanía?” cuestionó Ortega Martínez.
“Las tentaciones van a ser muchas, y por eso la insistencia ¿vale la pena ideologizar el desarrollo rural? rebatió al tiempo de alertar que ya vivimos la época de Banrural -denominada por los propios campesinos como: “Bandidal”- usada netamente con fines políticos; y colocando al campo en un entorno desastroso; una conducción hacia una quiebra institucional; pobreza, subdesarrollo y falta de creación de riqueza.
“Eran los tiempos en los que se esperaban los informes de gobierno porque el Presidente en turno anunciaba la condonación de deudas; subsidios, nuevos créditos, todo para alentar el “voto verde”, clientelar del partido en el Gobierno”, recordó Ortega Martínez.
Ahora, añadió, reconstruir la presencia del gobierno en el campo requiere de una mente y una actitud nuevas. No hay política prioritaria si no se manifiesta en el presupuesto y el Presidente López Obrador ha venido disminuyendo drástica y sustancialmente los recursos para el campo” indicó.
Explicó que, tan solo este año, los ajustes gubernamentales al campo serán enormes: “El recorte de ingresos fiscales pegará de manera desastrosa, y usted –dijo al funcionario- sufrirá esta escasez de recursos. Debe prepararse para lo que ello significará en los próximos meses”.
Finalmente, aclaró que este planteamiento no puede significar que, si se estableciera la posibilidad de incorporar capital accionario extranjero, llegaría de manera precipitada. “Definitivamente no, después de los acontecimientos recientes en los que el gobierno mexicano frenó la entrada de capital para invertir en energías renovables; sin embargo –consideró- sí tener abierta la posibilidad para quienes, desde el extranjero, quieran asociarse”.
