Gloria Campobello, pilar de la danza en México

Cultura

Un 21 de octubre de 1911 en la ciudad de Parral, Chihuahua, nació la última hija, de Rafaela Luna, de un total de seis, a quien le pondría el nombre de Soledad, pero su hermanastra Francisca, 11 años mayor que ella, cambiaría ambos nombres años después para ser conocidas como Nellie (Francisca) y Gloria (Soledad) Campobello.
La niña de ojos azules, Gloria, se convirtió en la consentida de su madre, hermanos y vecinos de la calle 2ª del Rayo, incluso los mismos revolucionarios que pasaban por el lugar cargaban a la pequeña Soledad.
En 1923, Soledad se traslada a la capital del país para vivir con su hermana Francisca, quien ya había adoptado el nombre de Nellie Campbell, por lo que su hermana pasó a ser Gloria Campbell.
De la absoluta pobreza, Soledad, transformada en Gloria, se convirtió en señorita de sociedad y tuvo que aprenderse una historia familiar que su hermana inventó. Después de presenciar el espectáculo de la bailarina rusa Ana Pavlova, Gloria supo que esa disciplina artística era lo que deseaba hacer el resto de su vida.
Consiguió que su hermana la inscribiera con los mejores maestros y al poco tiempo, ambas se integraron al ballet The Carrol´s Girls, en el cual Gloria destacó por su aptitud para la danza.
A finales de los años veinte, las dos se relacionaron con los artistas que convivían en las instalaciones del ex Convento de la Merced, en donde se cuenta que vivió el pintor Gerardo Murillo Dr. Atl.
Fueron invitadas a presentarse en La Habana, donde se anunciaban como las hermanas Campobello, en la isla caribeña conocieron al embajador mexicano Carlos Trejo, quien después de obtener la titularidad en la Secretaría de Educación Pública (SEP) puso en marcha un proyecto de danza nacional en el que incluyó a las hermanas Nellie y Gloria.
En 1932 se creó la Escuela Nacional de Danza Nellie y Gloria Campobello del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Primero se llamó Escuela de Plástica Dinámica, luego Escuela de Danza de la Secretaría de Educación Pública, posteriormente Escuela Nacional de Danza y, por último, Escuela Nacional de Danza Nellie y Gloria Campobello.
Se trata de la primera institución pública en México dedicada a la enseñanza de la danza y surgida durante un periodo de gran efervescencia cultural y artística decisivo en el proceso de modernización del país.
Con gran sensibilidad y determinación, grandes talentos de todas las ramas del arte mexicano, como Diego Rivera, Julio Castellanos, Roberto Montenegro y Carlos Chávez, apoyaron el surgimiento y la consolidación del proyecto de Nellie Campobello, quien dirigió la escuela de 1937 a 1983 y dejó su impronta en la misma, la cual, en todo momento, ha respondido a los retos que le ha impuesto el tiempo y se ha mantenido como un organismo académico donde se forman los mejores profesionales de México en los géneros de la danza contemporánea, folclórica y española.
A los 19 años, Gloria recibió de la SEP su nombramiento como maestra de danza, ejecutante de bailes regionales y recopiladora de danzas tradicionales a través de las misiones culturales que recorrían todo el país.
Gloria retomó sus clases de ballet que alternó con su trabajo como maestra y los viajes que debía realizar con las misiones culturales, además de los eventos oficiales en los que se presentaban ella y su hermana Nellie.
Troka el poderoso fue una de sus primeras coreografías, la obra para niños, escrita por List Arzubide contó con la música de Silvestre Revueltas. Se especializó en la clase avanzada de ballet, por lo que la mayoría de los alumnos querían tomar clase con ella.
Con el apoyo del escritor Martín Luis Guzmán y el pintor José Clemente Orozco, a principios de los años cuarenta, las hermanas fundaron el Ballet de la Ciudad de México al reunir a un importante grupo de artistas para la creación de argumentos, coreografías, escenografías y música, la estrella principal de las temporadas que presentaron fue Gloria.
La primera bailarina era solista en casi todas las obras, además preparaba al resto de bailarines y diseñaba coreografías, al lado de José Clemente Orozco, crearon el argumento de la obra Umbral.
La colaboración entre Gloria y Orozco derivó en un apasionado y tormentoso romance, ya que él estaba casado. A la muerte del pintor, Gloria se sumió en una terrible depresión que superó gracias a su hermana Nellie.
Posteriormente las hermanas Campobello prepararon una temporada para presentar en su ciudad natal. Quienes la conocieron de pequeña, ahora aplaudían el talento de la bailarina, quien poco tiempo después fue diagnosticada con cáncer de pulmón, enfermedad de la que falleció el 1 de noviembre de 1968, a la edad de 57 años.
Su hermana Nellie, que la cuidó desde su nacimiento y juntas desarrollaron su carrera, ahora la despedía.