Gaspar Noé explora el cine en Lux Æterna

Cultura

Cuatro años después de Love, el director argentino Gaspar Noé regresa a la Selección oficial, en la Proyección de medianoche, con una nueva película «sorpresa» Lux Aeterna. Además de ser esperada y misteriosa, y de haber sido vista por el comité de selección a última hora, Lux Aeterna es un análisis conmovedor sobre el respeto de las creencias, el trabajo de actor y el arte de la dirección.

“Durante un rodaje, dos actrices se cuentan historias de brujas y otras cosas…”. Frente a la cámara de Gaspar Noé, actúan dos intérpretes acostumbradas a encarnar personajes perturbadores: Charlotte Gainsbourg (ganadora del premio a la mejor interpretación femenina en 2009 por su papel en Antichrist (Anticristo), de Lars Von Trier) y Béatrice Dalle (Trouble Every Day (Problema cada día), de Claire Denis, presentada Fuera de Competición en 2001).

También vemos al actor Karl Glusman (The Neon Demon, de Nicolas Winding Refn), quien ya había venido a Cannes en 2015 junto a Gaspar Noé como protagonista de la escandalosa Love. Con estos actores, encontramos a Félix Maritaud, quien destacó en 120 Battements par minute (120 pulsaciones por minuto), presentada en Competición en 2017, dirigida por Robin Campillo, miembro del Jurado este año.

Menos de una año después del estreno de su última película, Climax, y diez años después de la selección en Competición de la sensacional y vibrante Enter the Void, o incluso de Irréversible (Irreversible), el electrochoque de 2002, el director rebelde nos envuelve con un halo de misterio y suscita curiosidad nuevamente en torno a Lux Aeterna, un análisis sobre el cine, la cinefilia y la histeria de los platós. Con este mediometraje enérgico y brillante, Gaspar Noé, cuyas películas no dejan a nadie indiferente, planea sorprender (otra vez) a los espectadores.