En el marco del 17° Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), la asociación civil El Día Después tuvo dos funciones especiales de los dos cortometrajes que se han producido hasta el momento con el apoyo de esta iniciativa.
El Día Después surgió en 2018 en un contexto de máxima polarización electoral. El objetivo era hacer un llamado a la reflexión sobre nuestra participación en la democracia y poder construir una sociedad más empática.
Este año, El Día Después se convirtió en una asociación civil y se transformó en una plataforma para la acción: una herramienta que permite acercar a la ciudadanía con organizaciones que tienen décadas trabajando en distintos temas sociales; una herramienta que facilita la unión y la movilización ciudadanas.
Esta asociación cree en el poder del cine para informar y sensibilizar, y es por ello que cada tres meses produce un corto documental que sirve para visibilizar e impulsar un tema específico.
Nosotras, de Natalia Beristain
Previo a la proyección de este cortometraje dirigido por Natalia Beristain, Cuauhtémoc Cárdenas Batel, vicepresidente del FICM, dijo que “siempre es un gusto recibir a gente que ha formado parte del festival”, refiriéndose a la directora que en el 10° FICM obtuvo el Ojo a Mejor Largometraje Mexicano por No quiero dormir sola (2012), ópera prima de Beristain.
Además, agregó que “esta iniciativa nos gusta mucho en el festival porque abre el debate, genera polémicas y relaciones a través del diálogo. El Día Después trae a debate, por medio de expresiones artísticas, temas urgentes en nuestro país”.
Por su parte, Diego Luna, fundador de El Día Después, dijo que la idea de crearlo fue “poner temas en la agenda para discutirlas y generar un directorio de asociaciones que están trabajando por hacer algo. Periódicamente elegimos un tema e invitamos directores y directoras, una A.C. y nosotros, como mediadores, para generar estos cortos. Esta iniciativa está diseñada para ver los trabajos en cualquier dispositivo, para que sean accesibles”.
Beristain agradeció a El Día Después la invitación y por su trabajo como asociación civil.
Nosotras (2019) basa el argumento en la violencia de género, a que en México son asesinadas nueve mujeres al día y, según cifras oficiales, seis de cada diez han sufrido violencia en algún momento de su vida.
Este documental aborda distintos niveles de violencia contra las mujeres, comenzando por las microviolencias que hemos normalizado. También cuenta con los testimonios de mujeres sobrevivientes de violencia y voces de familiares de víctimas de feminicidio. Se rodó en la Ciudad de México, Chihuahua y Ciudad Juárez, y es parte de la campaña “Feminicidios en México” de El Día Después.
Al término de la función se realizó la mesa “El cine como herramienta social” con la participación de Paula Amor, directora general de La Corriente del Golfo; Natalia Beristain, Arcilia Miranda, abogada en derecho penal y hermana de Berenice Miranda, víctima de feminicidio cuyo caso es retratado en Nosotras; la directora de El Día Después, Ixchel Cisneros, y Diego Luna.
Sin tregua, de Diego Rabasa
Aranza Flores
El director y actor Diego Luna y la directora de El Día Después, Ixchel Cisneros, en compañía del vicepresidente del Festival, Cuauhtémoc Cárdenas Batel, presentaron el corto Sin tregua de Diego Rabasa en la Plaza Benito Juárez, al aire libre.
“Quiero agradecer al Festival por este espacio que nos permite salir del cine para acercarnos a la gente”, dijo Luna, quien produjo el corto de Rabasa. Sin tregua aborda uno de los temas más sensibles para el país: las personas desaparecidas.
El Día Después es una asociación civil que busca acercarse a la ciudadanía a través del contacto con organizaciones que tienen décadas trabajando para lograr justicia en el país. Sus fundadores son Paula Amor, el mismo Diego Rabasa, Diego Jiménez Labora, Raúl David Vázquez y Diego Luna.
Por su parte, Ixchel Cisneros expresó que “lo que queremos es que compartan sus reflexiones. Buscamos vincular a todas las personas que quieren un México más justo y sin violencia”. Por último, Luna agregó que “el cine sirve para contarnos historias íntimas que transforman nuestro actuar como ciudadanos y personas”.
