Fototeca Nacional del INAH exhibe el trabajo de artistas de la lente que preservan procesos históricos

Cultura

El arte de dibujar imágenes con luz aún no se ha perdido. La magia de transformar la energía vital que alimenta la vida en vistas impresas en placas metálicas u otros materiales, continúa hasta nuestros días, gracias a la labor de destacados “alquimistas”. Prueba de ello, es el trabajo de ocho destacados fotógrafos reunido en la exposición temporal Hablando en plata. Daguerrotipistas mexicanos contemporáneos.

La muestra fotográfica, cuya sede es la Sala Nacho López de Fototeca Nacional, en el Ex Convento de San Francisco, en Pachuca, Hidalgo, reúne 61 piezas de los fotógrafos Arturo Talavera y  Paty Banda, del Taller Panóptico; Ángela Arziniaga, Everardo Rivera, Balam Ponce y José Loreto Morales, del Gabinete Fotográfico; Rafael Galván, del Atelier La Línea del Horizonte; y Arturo Fuentes, maestro de fotografía en las redes capitalinas de las Fabricas de Artes y Oficios (Faros); artistas de la lente que radican en Puebla y la Ciudad de México.

En este montaje visual, organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los “magos” de la lente, cuyo trabajo se resiste a los estragos del tiempo y la tecnología, en su producción actual hacen uso de las antiguas técnicas de impresión fotográfica del siglo XIX, en una apuesta por revivir y dar una lectura contemporánea a imágenes realizadas mediante estos proceso históricos y alternativos.

Para Ángela Arziniaga González (Xalapa, Veracruz. 1960), en la utilización de los procesos antiguos en la fotografía, se trabaja con todo el cuerpo, no solamente con el intelecto, ya que requiere un esfuerzo corporal y una sincronización entre el entendimiento, el sentir y el trabajo físico.

Egresada de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana (UV), fue educada en un ambiente clásico y formal, en lo que a la fotografía se refiere. Siendo una mujer de 58 años le ha tocado vivir el tránsito entre los procesos húmedos y la imagen digital, por lo que prefiere las antiguas técnicas fotográficas ya que considera que hoy están más “vivas que nunca”.

“Mientras que la imagen digital tiene una asepsia muy profunda, se trabaja en la máquina con información binaria que es manipulada para obtener las imágenes, sin tocar nunca pieza alguna. En los procedimientos antiguos de la fotografía como el daguerrotipo, uno vive un proceso de reflexión mucho más profundo, que requiere una concentración mayor”, indicó.

Comentó que, al ser ésta una fotografía muy lenta (en la obtención de los resultados), no se puede ir instintivamente “tirando imágenes” —como se conoce en el argot fotográfico—, sino que posibilita la contemplación, debido a los tiempos largos de exposición que también permiten entender y disfrutar la naturaleza de la luz, requisito irrenunciable también para la imagen digital.

En la exposición, Ángela Arziniaga participa con ocho imágenes, resultado de procesos fotográficos como el daguerrotipo mercurial, heliograbados a partir de placas de colodión húmedo y platino–paladio, algunas de ellas producidas recientemente y que forman parte de las series “Estoica patria mía”, “Ensayo de un ritual” y “Collares para dama”, así como un tríptico de Axalapascos, imágenes que muestran aspectos enigmáticos y misteriosos de los paisajes poblanos.

Manifestó que en los últimos años su obra ha estado encaminada hacia lo autorreferencial. Hay autorretratos y algún otro trabajo, como imágenes de collares conceptuales realizados a algunas de sus amigas; retratos elaborados en plata-gelatina y luego impresos en procesos antiguos.

“Sí, tiene que ver mucho en torno a la reflexión acerca de los femenino (sus piezas), no en un discurso feminista, sino en una condición del desarrollo de lo femenino en mi vida. A través de las imágenes medito sobre el matrimonio, los rituales en torno a los propios procesos fisiológicos que vivimos las mujeres. También presento paisajes, siempre me subyugó la idea de lo grandioso y extraordinario que podría mostrar la naturaleza y no quise hacerlos porque sentía que no cubría el requisito absoluto de la belleza que podría plasmar, hoy es distinto, hay belleza en mis paisajes”.

La integrante del Taller Gabinete Fotográfico, junto con Everardo Rivera, Balam Ponce y José Loreto Morales, afirmó que son muy pocos los fotógrafos que continúan inmersos en los procesos fotográficos antiguos. “Nos hemos reunido para hacer de este ejercicio de recorrido científico (finalidad de la fotografía al momento de su creación) el reencuentro con los viejos alquimistas”.

Arturo Fuentes, galardonado con la Medalla al Mérito Fotográfico en el Decimosexto Encuentro Nacional de Fototecas, expone ocho imágenes fotográficas hechas con técnicas como el daguerrotipo mercurial, el platino–paladio y un heliograbado, que recurren a temas como el desnudo y panorámicas de diferentes ciudades de México y del extranjero.

Por su parte, Arturo Talavera exhibe seis piezas fotográficas que muestra el buen manejo del daguerrotipo revelado con mercurio, así como la impresión al carbón monocromático y en color. Sus imágenes de sutil belleza remontan al romanticismo y la sensualidad de la mujer.

Balam Ponce presenta ocho impresiones, en las que además de emplear la técnica del daguerrotipo mercurial y el platino-paladio, incluye el ambrotipo y la cianotipia. La selección presenta diferentes retratos, incluyendo el propio, imágenes de la arquitectura decimonónica europea, así como vistas de pueblos del estado de Puebla.

Everardo Rivera muestra cuatro imágenes de desnudos femeninos en la técnica del daguerrotipo mercurial, así como una imagen en papel salado de las series “El retorno al Paraeso” y “El sentido de la mirada”, y un heliograbado de esa misma serie. También incluye un platino-paladio y una impresión a la albúmina.

José Loreto Morales seleccionó ocho imágenes de su amplio repertorio, que coinciden con los demás expositores al incluir procesos fotográficos como el daguerrotipo, la cianotipia y el platino–paladio, anexando una calitipia o Van Dyke; incluye imágenes de las series “De lo que mueren los sueños” y “Desnudo con Holga”, así como retrato, desnudo, vistas de iglesias, carreteras y ciudades.

Paty Banda, por su parte, participa con cuatro imágenes de distintos monumentos y edificaciones de la Ciudad de México, utilizando el proceso fotográfico del daguerrotipo mercurial y Becquerel, tres imágenes de la serie “Códigos”, en impresión lumínica, y dos fotograbados de imagen estenopeica de las series “Otredad Silente” y “Media Mujer”.

Mientras que Rafael Galván exhibe ocho imágenes: cuatro, empleando el proceso fotográfico de daguerrotipo mercurial, un dibujo fotogénico, platino paladio sobre papel Gampi, dos platinos-paladio, una transferencia de carbón sobre papel sintético y una impresión a la albúmina, entonada al oro, sobre papel de algodón.

La exposición fotográfica permanecerá abierta al público hasta el 9 de junio, en Sala Nacho López de Fototeca Nacional (Casasola s/n, Colonia Centro, Ex Convento de San Francisco, Pachuca, Hidalgo). Horario: martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas. La entrada es libre.