José Luis Brown, exdefensor de la selección de Argentina que ganó la Copa Mundial de la FIFA México 1986, falleció en su país el lunes 12 de agosto, según confirmaron miembros de su familia.
El Tata, como se lo conocía popularmente, fue el único futbolista de aquel plantel que llegó al Mundial sin pertenecer a ningún club. Pero Carlos Bilardo lo conocía bien de Estudiantes de La Plata, donde ganaron un título nacional juntos en 1982, y confió en él como titular cuando una enfermedad dejó afuera del debut -y luego del torneo- a Daniel Alberto Passarella.
Zaguero central férreo para la marca, de gran personalidad, fuerte remate y excelente juego aéreo, Brown resultó pieza clave de esquema defensivo argentino rumbo al título, a punto tal de jugar todos los minutos de su equipo.
Su momento de gloria llegó en la final ante Alemania, al anotar de cabeza el 1-0. Diría a FIFA Futbol Mundial. «Cuando me preguntan si creía que iba a hacer un gol en la final, siempre contestó lo mismo. ‘¿Yo un gol en la final de un Mundial? ¡Ni loco!, ¡si no tenía ninguno en la Selección!».
Siempre recordó ese instante al detalle. «Fue un centro preparado, se practicaba con la rosca -el efecto- para afuera… Cuando Burru (Jorge Burruchaga) sacó el centro fuerte y con comba, di el paso hacia adelante, de reojo vi a Schumacher que venía jugado y dije: ‘¡No llega!».
«Entonces, salté, me apoyé en Maradona y cabeceé… Después no vi más la pelota y salí a festejar, me arrodillé, ¡me explotaba todo!… Pensar que en la historia del fútbol argentino hay sólo cinco tipos vivos que metimos goles en una final del mundo, ¡y yo soy uno de esos cinco!».
El mito de El Tata se agigantó minutos más tarde, cuando sufrió una lesión en el hombro y el médico quería reemplazarlo. «Le dije: ‘Ni se te ocurra sacarme, ni muerto me sacas’. Entonces me hice un agujero en la remera, colgué el brazo y seguí».
Así jugó el resto del partido, que Argentina ganó 3-2 para consagrarse campeón por segunda vez en su historia.
Como entrenador, trabajó en las juveniles de Argentina: en 2008 fue asistente técnico de Sergio Batista en el equipo que ganó el Torneo Olímpico de Fútbol de Pekín; y un año más tarde clasificó a la sub-17 a la Copa Mundial de la FIFA de la categoría que se jugó en Nigeria en 1999.
Brown, que ganaría otro título con Estudiantes ya sin Bilardo en el banco en 1983, también pasó por el fútbol de Colombia, Francia y España antes de retirarse en Racing Club en 1990, tras 16 años de carrera.
Como entrenador, trabajó en las juveniles de Argentina: en 2008 fue asistente técnico de Sergio Batista en el equipo que ganó el Torneo Olímpico de Fútbol de Pekín; y un año más tarde clasificó a la sub-17 a la Copa Mundial de la FIFA de la categoría que se jugó en Nigeria en 1999.
