Evolución de Estrategias y Soluciones para la Cadena de Suministro

Nacional

Hace apenas unos meses, cerrando 2019 se suscitó en China el brote de una nueva enfermedad que hasta el día de hoy sigue causando estragos en la salud de millones de personas en todo el mundo: el COVID-19. Aunado a este hecho, la pandemia también ha tenido un profundo impacto en la dinámica diaria de millones de personas, en la economía mundial y en la perspectiva y ejecución de la cadena de suministro de todo el mundo.Con base en este breve contexto, es vital poner la mirada en los nuevos retos dictados por la naturaleza, ya que sería ingenuo pensar que una situación similar a la actual no puede repetirse. Vivimos un momento clave para planificar los procesos de reactivación económica, lo que implica adquirir nuevas prácticas sanitarias y operativas en el espectro laboral que permitan disponer de cadenas productivas continuas ante futuras contingencias

Las soluciones sólidas para la cadena de suministro basadas en las necesidades específicas de cada cliente se han creado no sólo desde la perspectiva de la eficiencia operativa, a precios accesibles y redituables, sino también siempre apegados a normas internacionales que certifican la seguridad de cada uno de los participantes en la operación de los centros de distribución.

Un ejemplo clásico de este compromiso son los sistemas contra incendios, los cuales son diseñados por especialistas y con base en estándares internacionales (NFPA, FM Global, por ejemplo). Otro ejemplo imprescindible es la validación de los diseños por parte de la dependencia gubernamental de Protección Civil, que tiene como principal objetivo controlar los riesgos de siniestros mediante salidas de evacuación francas, pasillos centrales con dimensiones acordes a la operación bajo revisión.

Ahora, en la situación actual es mandatorio incorporar una condición adicional al diseño de almacenes: garantizar que quienes están trabajando en él puedan hacerlo de forma segura (manteniendo las distancias de seguridad entre personas, por ejemplo). Esto no significa que antes de este parteaguas no fuera considerada, más bien se refiere a la implementación de modelos operativos que incluyan medidas que refuercen la salud de la fuerza de trabajo.

La automatización de operaciones es una opción con grandes potenciales, pero su implementación, en la mayoría de los países de LATAM está en función del presupuesto de los clientes y de su retorno de inversión. Pensando en la reducción de costos para poder coadyuvar a la implementación de un proyecto de este tipo podríamos enfocarnos en las áreas de pick & pack que son las que usualmente concentran la mayor cantidad de la fuerza operativa.

Técnicamente existen muchas soluciones acordes al tipo de industria y a sus productos correspondientes. Definirlas requiere de análisis complejos de productividades a los cuales ahora se suman las restricciones de salud ambiental para garantizar su funcionamiento continuo durante una contingencia de salud similar a la actual.

Desde un panorama de diseño, esto se traduciría en espacios operativos con bajos índices de hacinamiento y estaciones de salud cercanas al staff operativo que ayuden a mitigar un posible riesgo de contagio. Dichas estaciones se refieren a fuentes de productos sanitizantes (dispensadores ópticos de geles anti gérmenes), acompañadas de medidas ya establecidas como, por ejemplo: cubrebocas, anteojos, cofias, etc. siempre acordes a la realidad del tipo de operación.

En este punto es conveniente resaltar que la implementación de cualquier diseño optimizado debe ir de la mano de una campaña previa efectiva de concientización, sin la cual cualquier propuesta de automatización es insuficiente para mantener activa la cadena de valor dentro de un almacén. Dichas estrategias deberían ser incluidas en las etapas onboarding de los operativos y complementarse con supervisiones permanentes para garantizar su cumplimiento, hasta que formen parte del mindset de cada uno de los empleados.

Desde el punto de vista económico, en el mediano plazo podría convertirse en una ventaja competitiva traducida en operaciones continuas a prueba de contingencias sanitarias. En condiciones normales podría reflejarse en el sentido de pertenencia de la gente hacia empresas que proyectan acciones palpables hacia sus trabajadores, en reducción de ausentismo por condiciones de salud (menos gripes o enfermedades gastrointestinales, por ejemplo).

A modo de conclusión, es una responsabilidad internalizar una visión humana de las cadenas productivas en cada uno de los actores que participan en el diseño, implementación y operación de la cadena de suministro. Las tasas de ganancia pueden ir de la mano de condiciones de salud ambiental operativa, de los retornos de inversión y potenciados con la aplicación de sistemas automatizados.