La Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), invita al público a conmemorar este 23 de noviembre el 136 aniversario del natalicio de este destacado muralista mediante visitas sus museos para descubrir la obra de este artista, cuyo legado es patrimonio de todos los mexicanos.
En el Museo Nacional de Arte el público podrá disfrutar de la obra de Orozco en la exposición XX en el XXI. Colección del Museo Nacional de Arte. Asimismo, en la recién inaugurada exposición La célula gráfica. Artistas revolucionarios en México 1919-1968 se pueden apreciar dos obras que se exhiben de la colección de Ernesto Arnoux, en el Museo Nacional de la Estampa.
A partir del 4 de diciembre se podrá visitar Orozco, Rivera, Siqueiros. La exposición pendiente en el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara, muestra realizada por el Museo de Arte Carrillo Gil, recinto que resguarda algunas de las obras más emblemáticas de la producción pictórica de José Clemente Orozco, por ejemplo: Los teules VI (1947) y Los teules VII (1947), Mujer Mexicana (1929) y Soldadera (1929).
En 1947 José Clemente Orozco presentó su macro exposición retrospectiva en el Palacio de Bellas Artes. Se tiene registrado que se exhibieron más de 600 piezas. Después de esta muestra recibió la comisión, por parte del Colegio Nacional, para hacer una serie de obras sobre el tema de la Conquista de México, petición de la cual surgió la serie intitulada Los teules, de la cual no se cuenta con un registro exacto de piezas que la integran; se calculan en 60, entre los acervos de algunos museos del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, el de Arte Carrillo Gil, el Nacional de Arte, el de Arte Moderno, así como en colecciones privadas.
José Clemente Orozco Flores nació el 23 de noviembre de 1883 en Zapotlán El Grande, Jalisco. En 1890 viajó con su familia para establecerse en la Ciudad de México y ese mismo año ingresó a la escuela primaria anexa a la Escuela Normal. Cerca de la escuela donde desarrollaba su educación se encontraba la imprenta Venegas Arroyo, espacio de trabajo del famoso grabador José Guadalupe Posada, coincidencia que se convirtió en uno de sus primeros acercamientos al arte para el después gran muralista mexicano. Como resultado de este gran interés, ingresó a clases nocturnas de dibujo en la Academia de Bellas Artes de San Carlos.
En 1897 fue enviado por su familia a estudiar agricultura, tema en el que no estaba interesado, pero que también sería influencia de su trabajo más adelante. Al dejar la escuela de agricultura ingresaría en la Preparatoria durante cuatro años, pero su pasión por la pintura lo hizo desertar para retomar sus estudios en la Academia.
En la Academia de San Carlos, en el año de 1905, José Clemente Orozco tomó sus primeras clases de pintura bajo la dirección de Antonio Fabrés, un gran pintor académico español traído a México por Justo Sierra, en ese entonces ministro de Instrucción Pública.
En 1910 la Revolución indudablemente influyó sobre la vida y arte de Orozco; ante la situación de su pueblo, su imaginación lo convirtió en el pintor de la fuerza expresada en sus obras y la energía en su técnica pictórica.
Orozco no es solamente un pintor nacional, ha consagrado en sus cuadros la historia y sentir de un pueblo al revelar un México desconocido que comenzó a ocupar un espacio en la cultura internacional.
José Clemente Orozco murió en la Ciudad de México el 7 de septiembre de 1949. Sus restos se encuentran en la Rotonda de las Personas Ilustres del Panteón Civil de Dolores, honor que por primera vez en México se otorgó a un pintor.
