La Red de Espacios Culturales Independientes y Organizados de la Ciudad de México (RECIO), integrado por once salas de teatro de la ciudad, ha participado en constantes mesas de trabajo con autoridades federales y locales de cultura. Ha desarrollado estrategias para captar fondos mediante servicios online. RECIO, no ha detenido su gestión impulsando iniciativas que puedan apoyar al gremio, diseñando proyectos y generando espacios de conversación vía online.
Sin embargo los compromisos financieros en la anterior normalidad no han desaparecido y al día de hoy se ven reflejados como deudas adquiridas, créditos por pagar, disminución en las percepciones económicas de su personal a causa de los escasos ingresos, negociaciones con proveedores para aplazar pagos. Ahora convertirse en parte de los “espacios sobrevivientes a la pandemia” es difícil.
Desde el 15 de marzo los espacios de la red y de las salas enfocadas en la presentación de espectáculos escénicos han tenido que detener actividades y por lo tanto, detenido su fuente principal de ingresos, estamos cerca de cumplir cinco meses sin operación regular.
A miras de una próxima posibilidad de apertura de teatros, una significativa cantidad de espacios carecen de los recursos económicos para regresar en una nueva normalidad.
Estamos al borde un inminente cierre de salas de teatro independientes, que con todo el esfuerzo de sus recursos humanos y de infraestructura están buscando sostenerse, pero los recursos se están agotando, será necesario activar desde otros enfoques la economía del ramo cultural para que al regreso, existan teatros abiertos.
Tan sólo los espacios de la red representan: 1369 butacas, más de 120 empleos fijos, más de 8000 empleos indirectos a trabajadores de las artes escénicas al año más de 517 compañías presentadas anualmente y más 6025 funciones al año, sin embargo sería importante dimensionar que a nivel nacional existen más de 900 espacios.
Estamos al borde de comenzar una cuenta regresiva que afecte severamente al ramo cultural.
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