Equidad en la cobertura, eje de la educación superior en la 4T

Cultura

La cobertura con equidad es uno de los ejes fundamentales para la transformación de la educación superior, en el marco de la cuarta transformación que promueve el gobierno federal, ya que sólo nueve por ciento del quintil más pobre de la población tiene acceso a este nivel educativo y 52.7 por ciento corresponde a los dos quintiles con mayores recursos, expuso la doctora Carmen Enedina Rodríguez Armenta.

La directora General de Educación Superior Universitaria de la Secretaría de Educación Pública participó en el Foro Perspectivas de la Educación Superior, realizado en la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), refiriendo que no es lo mismo desplegar estrategias para Chiapas o Oaxaca, que tienen solamente 20 por ciento de cobertura en ese sector, que para Sinaloa, que registra 51 por ciento.

La política debe ser diferenciada, por lo que “estamos buscando que la cobertura tenga que ver con aportar a los que menos tienen”, así como con “esa otra mirada que se requiere para el primero y el segundo quintil de pobreza”.

Los cinco ejes de la política pública en los que la Subsecretaría de Educación Superior ha estado trabajando son, además de la cobertura con equidad, el financiamiento, el compromiso social de las universidades, la transformación de la educación superior y la gobernanza.

La cobertura con equidad no se va a dar si no se cuenta con recursos regularizables, suficientes y sostenibles, por lo que “nos queda muy claro que para seguir creciendo los procesos en la materia son fundamentales”, pero se trata de “un financiamiento que se otorga a las universidades y desde ellas tenemos que ejercerlo con total probidad, transparencia y rendición de cuentas”, es decir, demostrar una operación correcta.

El tema de la austeridad “es algo que estamos trabajando con las instituciones públicas estatales y de hecho todas lograron hacer sus programas de ahorro”, en los que se comprometen a decir qué es lo que van a hacer con estos recursos.

Para la gobernanza es fundamental el respeto irrestricto desde la federación a la autonomía, pues “la educación superior que queremos no se va a construir si no hay un total respeto de ésta, porque las comunidades universitarias tienen que generar su propia gobernanza, en acompañamiento fundamental con profesores y estudiantes”.

Las escuelas deben tener libertad de gestión y de cátedra para autogobernarse, pero con rendición de cuentas y transparencia, en tanto que el gobierno federal no tiene intención alguna de vulnerar la autonomía.

Rodríguez Armenta reafirmó la necesidad de que los investigadores salgan a la comunidad y vinculen sus actividades a las de la sociedad para lograr un impacto en la condición de vida de la gente.

La doctora Angélica Buendía Espinosa, jefa del Departamento de Producción Económica de la Unidad Xochimilco, advirtió que las decisiones sobre el tema “no pueden basarse en el no conocimiento ni en ocurrencias”, una situación que “nos ha tenido empantanados en una política que no se plantea el reto de la investigación educativa para poder recuperar del pasado lo que puede servir y lo que debe desecharse; no es posible pensar en reconfigurar al país cada seis años porque hemos tenido una serie de tropiezos”.

La docente citó al Subsecretario de Educación Superior, quien dijo el 6 de septiembre pasado en la UAM que el presidente asumió el compromiso ante las universidades públicas de alcanzar en 2024 al menos una tasa bruta de cobertura en educación superior de 50 por ciento de los jóvenes de 18 a 22 años, un objetivo “humano y necesario” que se han planteado administraciones anteriores mediante la diversificación y la creación de instituciones tecnológicas, politécnicas e interculturales, pero “no más autónomas”.

Además coincidió con la doctora Rodríguez Armenta en que el eje estructural es la desigualdad que ha afectado la cobertura, al haber inclusión y exclusión, la calidad o las calidades de la educación, así como la justicia o la injusticia y la equidad educativas, “y esto lo miro en todos los subsistemas del sistema educativo nacional”.

Sin embargo, si no hay financiamiento para la ampliación de la cobertura los compromisos del gobierno respecto de la gratuidad y la obligatoriedad de la educación “pueden convertirse en un riesgo”.

El actual gobierno pretende ampliarla por dos vías que son las 100 universidades Benito Juárez y con becas; sin embargo, “no vemos claramente cuáles son las líneas de acción más allá de una cosa muy casuística de que una universidad por presión política se decida a ampliar o no la cobertura”.

El doctor Fernando de León González, rector de la Unidad Xochimilco, consideró difícil que la UAM pueda comprometerse con un incremento significativo de su matrícula, porque ello implicaría un aumento en la planta docente, tema que “podría ser resuelto, a lo mejor, con un esquema novedoso, pero que no hemos siquiera pensado ni diseñado”.

Sin embargo, consideró muy interesante abrir el diálogo interinstitucional y “ver en qué podemos ayudar” en las grandes tareas que tiene la Secretaría de Educación Pública en todos los niveles y particularmente en el de educación superior.