En primera persona: La tragedia de Darfur y su salvación gracias a los cascos azules de la ONU

Internacional

Los habitantes de Darfur son famosos por su tolerancia, generosidad y sabiduría. Nadie podría haberse imaginado una situación como la que se ha vivido recientemente: “He perdido a muchos miembros de mi familia”. Esta es la historia de un redactor de Noticias ONU que ha sido testigo de la tragedia que se vive en la región africana. La llegada de la Misión de las Naciones Unidas a esa región en 2007 supuso un alivio, una esperanza y su salvación.

La población de la región sudanesa de Darfur considera que el despliegue de la misión conjunta de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas y la Unión Africana fue su salvación, según el testimonio en primera persona de un redactor de Noticias ONU que creció en  ese lugar.

Tras permanecer casi 13 años en Sudán, la Operación Híbrida de la Unión Africana y las Naciones Unidas en Darfur (UNAMID) iniciará a finales de 2020 su proceso de cierre. El conflicto en la región del país africano ha provocado la muerte de 30.000 personas y millones de desplazados.

Uno de los actuales redactores de la sección de árabe de Noticias ONU, Abdelmonem Makki, nos cuenta sus experiencias en Darfur y el impacto que provocaron en su vida la llegada de los efectivos de la misión de las Naciones Unidas a su país.

“Nací y me eduqué en un pequeño pueblo llamado Al-Malam en el sur de Darfur y ya de niño comprendí los beneficios de vivir en paz en una sociedad segura.

Mi padre era el alcalde y el juez del pueblo. Era un hombre sabio y capaz de resolver cualquier tipo de problema que surgiera. Todavía hoy recuerdo que venían a conocerlo personas de todo Darfur.

Los problemas en Darfur no eran algo nuevo. Los combates ocasionales entre agricultores y pastores y los robos a mano armada, eran situaciones a las que estábamos acostumbrados. Normalmente, estos problemas se resolvían en el ámbito de las costumbres y las tradiciones.

El propio régimen administrativo de Darfur poseía una capacidad única para la resolución de problemas y los líderes tribales, entre ellos mi padre, desempeñaban un importante papel a la hora de apaciguar las tensiones entre los grupos tribales. Estos dirigentes eran respetados y reverenciados y tenían una gran influencia en el pueblo.

Antes de formar parte de lo que hoy conocemos como Sudán, Darfur fue un reino independiente durante muchos siglos y hasta 2003 no sufrió ningún conflicto importante. Los habitantes de Darfur son famosos por su tolerancia, generosidad y sabiduría. Nadie podría haberse imaginado una situación como la que se vive actualmente.

La gente de la región llevaba mucho tiempo hablando de la injusticia y la marginación por parte del gobierno central. Se quejaban de la falta de infraestructura y de la distribución desigual de la riqueza y el poder.

Por ejemplo, la falta de carreteras pavimentadas provoca que, para viajar por tierra de Darfur a la capital de Sudán, Jartum, sea necesario emplear días e incluso semanas. Aunque hay vuelos, son caros y muchas personas no pueden pagar los pasajes

Este cúmulo de acontecimientos provocó que algunas personas en Darfur decidieran tomar las armas en 2003 y luchar contra el Gobierno. Personalmente no apruebo el uso de las armas ya que las personas que acaban pagando el mayor precio por este tipo de acciones son los civiles.

Sin embargo, muchas personas consideraron que el Gobierno debería haber atendido los reclamos de la población de Darfur de manera justa, basándose en la inclusión y los derechos humanos, en lugar de recurrir a soluciones militares.

Cuando se agravó la situación, el Gobierno buscó el apoyo de las milicias, muchas de las cuales podrían no ser de Darfur. Hay una expresión común en Darfur que afirma «estos son árabes y estos no son árabes».

Vivir en primera persona las tragedias familiares

“Cuando se inició el conflicto en Darfur todavía vivía en Al-Malam y pude presenciar muchas tragedias.

Perdí a muchos miembros de mi familia. Mi tío fue asesinado junto a otros muchos hombres durante un ataque armado en el pueblo. Siete de mis primos fueron secuestrados cuando regresaban de dar el pésame por la muerte de mi tío y todavía no sabemos dónde están.

Tampoco desconocemos el paradero de mi tía que también fue secuestrada en 2003 mientras pastoreaba sus vacas. Es muy probable que la hayan matado.

Durante uno de los eventos más trágicos acontecidos durante el apogeo del conflicto de Darfur, las milicias armadas atacaron la aldea de mi abuela y asesinaron a muchos hombres. Solo consiguieron escapar unos pocos”.

El despliegue de la UNAMID en Sudán

“La población de Darfur se sintió aliviada y esperanzada cuando en 2007 la UNAMID se desplegó en Sudán. La llegada de la misión fue vista como un elemento de salvación frente a las milicias progubernamentales que los estaban matando sin piedad.

Aunque la llegada de la UNAMID no detuvo las matanzas, la presencia de una misión internacional proporcionó una sensación de seguridad a los habitantes de Darfur. Creían que las fuerzas de paz eran la única organización que podía protegerlos y prestarles servicios. La gente había perdido la confianza en el gobierno.

Cuando se estableció la misión yo estaba estudiando en Jartum. Cuando regresé unos meses más tarde a Darfur vi lo feliz y agradecida que estaba la gente por la presencia de la UNAMID.

Una de las escenas que continúa grabada en mi memoria es la de los niños desplazados saludando a las fuerzas de mantenimiento de la paz cada vez que pasaban por las calles.

El personal de la misión se convirtió en parte de la comunidad. Los veías en los mercados en los espacios públicos interactuando con las personas. Por aquel entonces, la gente confiaba más en ellos que en el propio Gobierno.

Pese a que la misión se enfrentó a múltiples problemas para cumplir con su mandato, logró muchos objetivos como el de salvar muchas vidas. Sin su presencia, la magnitud de la tragedia pudo haber sido mucho peor.

La misión no sólo protegió a los civiles. Ayudó a Darfur en términos de seguridad, económicos y contribuyó a la creación de instituciones civiles, a cavar pozos de agua y a dar trabajo a jóvenes desempleados.

El trabajo de la UNAMID me sirvió como fuente de inspiración personal para trabajar con las Naciones Unidas. Me sentí feliz porque vi la realidad de las Naciones Unidas, cómo sirvió a mi región y marcó una enorme diferencia en la vida de tantas personas».

La UNAMID en datos

  • La UNAMID se estableció en julio de 2007 y fue la primera misión conjunta de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas y la Unión Africana
  • Su principal tarea era la protección de civiles
  • La misión desplegó a más de 200.000 efectivos militares y policiales de 75 países, entre ellos 10.000 mujeres
  • Perdieron la vida sirviendo a la misión 288 personas de 31 países entre efectivos militares, policiales y civiles
  • La misión termina oficialmente el 31 de diciembre de 2020