Con el propósito de acercar al público las obras más representativas de los artistas mexicanos, la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura presentan la exposición Las dos Fridas. Historia de dos ciudades en el Museo de Arte Moderno (MAM), donde se puede admirar el icónico cuadro pintado en 1939, el cual es considerado obra fundamental del arte moderno nacional.La obra, creada hace 80 años, se encuentra en el gabinete del recinto, la cual integra un recorrido artístico y epistolar de la vida de la artista durante su relación con Diego Rivera, su viaje a Francia y la amistad con Marcel Duchamp, principalmente.
Para el curador Carlos Segoviano esta muestra es un “recuento poético” a través de una obra que muestra otra etapa creativa de Frida Kahlo, puesta en diálogo con obras de gran formato.
Las dos Fridas. Historia de dos ciudades comprende el primer viaje de la artista mexicana a París, el cual influyó en la creación de esta obra, pues entró en contacto con Joan Miró, Kandinsky, Tanguy y Picasso.
A partir de este viaje, la pintora mexicana entabló amistad con Marcel Duchamp, quien la apoyó para exponer en aquella ciudad. Lo anterior se puede seguir a través de los documentos que conforman la muestra, mismo que son parte del acervo del MAM, principalmente algunas cartas en las que se revela la amistad entre los dos artistas.
En este sentido, la exposición narra el viaje de Duchamp a México durante 1957 y su encuentro con Arturo Estrada, uno de los discípulos de Frida Kahlo, tras la muerte de la pintora, así como la fotografía del artista francés que permaneció oculta por 50 años en la Casa Azul.
La exposición, que acerca a dos artistas y a dos ciudades mediante una de las pinturas reconocidas a nivel internacional: Las dos Fridas, la cual puede ser apreciada en el recinto del INBAL.
Las dos Fridas es considerada obra fundamental del arte moderno nacional, la cual destaca por ser una pintura de gran formato.
Marcel Duchamp, quien transgredió la noción de obra de arte de su época, descontextualizó objetos cotidianos retirándolos de sus lugares habituales y situándolos en espacios museísticos como una presencia que puede contemplarse estéticamente; acción por la que se considera el principal precursor del arte conceptual.
A partir de su viaje a Europa se revisitan las fases creativas que dieron origen a Las dos Fridas: doble autorretrato que desdobla a Frida Kahlo.
