En 72 años de existencia, el INBAL ha aportado a dar identidad a México: Ana Garduño

Cultura

En sus 72 años de existencia, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) es una institución que con su trabajo ha ayudado, indudablemente, a dar una identidad propia a México y a los mexicanos, dijo la doctora en historia del arte, Ana Garduño, en la conferencia que realizada en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo.Si en el mundo se reconoce a México como una nación con amplia cultura y con infraestructura cultural, se debe en gran medida al trabajo realizado por el INBAL y, en especial, a sus fundadores, quienes “entregaron su vida de tiempo completo para dar a los mexicanos una patria, una identidad y una cultura como no la tienen otros países”.
La investigadora impartió la conferencia Carlos Chávez, fundador del INBAL: El poder de la cultura, como parte del programa académico que acompaña a la exposición Caballo de vapor: 120 años de Carlos Chávez. La plástica mexicana del siglo XX que alberga este recinto del sur de la ciudad.
Asimismo, consideró necesario revalorar la labor realizada por el INBAL a lo largo de más de siete décadas. Basta mirar —consideró— hacia países de nuestro continente que poseen una gran cultura, pero carecen de organismos públicos como el INBAL —o el INAH— que les permiten rescatar, difundir y apoyar las expresiones artísticas de sus propios creadores.
Reconoció la ardua labor del INBAL en 72 años, lo cual, aseguró, ha dado a México y los mexicanos una identidad nacional y ha proyectado el arte y la cultura a un plano internacional con reconocimientos constantes. Todo ello se debe a “nuestros padres fundadores” del INBAL, como Carlos Chávez, que sí creyeron y se comprometieron con el arte y la cultura de este país.
Ana Garduño compartió sus reflexiones y se unió al homenaje que durante este año las instituciones de cultura mexicanas rinden al compositor y gestor cultural Carlos Chávez (1899-1978) a 120 años de su nacimiento.
“En el ámbito cultural es fácil hablar de arte y artistas, pero es más complicado cuando se habla de gestores culturales, aquellos que con su labor propician que el arte circule y los artistas se expresen”, en ese sentido se refirió a Carlos Chávez como el fundador y primer director del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura en 1947, luego de una amplia experiencia como músico y refundador de lo que hoy se conoce como Orquesta Sinfónica Nacional.
Mencionó que Carlos Chavez adquirió gran experiencia en la gestión cultural, sobre todo a partir de los apoyos dados por la iniciativa privada. Supo lo complicado que es reunir fondos para organismos independientes, por lo que al proponer la fundación del INBAL consideró pertinente que el nuevo organismo fuera un ente estatal y que, por lo mismo, tuviera los recursos necesarios asegurados para cumplir sus tareas.
Recordó que en su gestión como primer director del INBAL, Carlos Chávez contó con la colaboración de destacados artistas e intelectuales, entre ellos Luis Sandi, Julio Prieto, Blas Galindo, Julio Castellanos, Alfredo Gómez de la Vega, Enrique Yáñez y Salvador Novo, quienes con su talento “y contactos politicos” dieron un fuerte impulso a las artes en México en todas sus expresiones a partir de tres grandes metas como política cultural: desarrollar un arte propio, propiciar el conocimientro del arte universal y producir arte nacional con proyección internacional.
Con ello, aseguró, se crearon organismos de apoyo a la música, la danza, la literatura, el teatro, la ópera y, en especial, a las artes plásticas, rubro que se vio ampliamente beneficiado con la creación del Museo de Artes Plásticas en el Palacio de Bellas Artes, donde se conjuntó la obra de grandes muralistas mexicanos, como Rivera, Orozco y Siqueiros, y se formó la primera gran colección de arte del Estado mexicano, alimentada por el acervo de la Academia de San Carlos.
“Durante los años de gestión de Carlos Chávez al frente del INBAL, las artes plásticas tuvieron gran desarrollo como no lo han tenido en años posteriores. Fue en esa época que la colección de arte del Estado se incrementó a través de adquisiciones y donaciones negociadas con grandes artistas y con poseedores de obra importante. De este modo, se adquirieron obras emblemáticas, como Las dos fridas, de Frida Kahlo; las de Saturnino Herrán y José María Velasco, joyas de los museos de Arte Moderno y Nacional de Arte, catalogadas hoy como Patrimonio de la Nación.
En la actualidad, dijo la investigadora, el INBAL requiere trabajar más arduamente, gestionar más recursos, incrementar su infraestructura museística —sólo hay dos museos construidos ex profeso, uno de ellos en Ciudad Juárez, y los otros ocupan inmuebles ya existentes—, incrementar sus colecciones que por ley debe hacer y profundizar en el rescate del legado cultural de sus artistas, entre otras tareas.