El Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM) aceptó la oferta de la Institución de incrementos de 3.4 por ciento directo al salario y 1.8 por ciento en prestaciones, así como un ajuste al tabulador a todo el personal administrativo de base y académico de medio tiempo y tiempo parcial, con lo que la huelga en esta casa de estudios quedó conjurada.
Las representaciones acordaron aumentos al vale de despensa mensual y al anual, así como apoyo alimentario y ayuda integral a la familia, entre otras mejoras económicas, mientras que en el ámbito de la salud fue fijado en un millón de pesos el monto de la suma asegurada en la póliza del Seguro de Gastos Médicos Mayores de todo el personal de la Universidad.
Como resultado del diálogo entre ambas partes, quedó establecida una nueva prestación, consistente en brindar prótesis mamarias a trabajadoras con mastectomía y establecer tiempo de descanso para las empleadas embarazadas durante la jornada laboral.
En materia de prestaciones destacan la integración al Contrato Colectivo de Trabajo de las condiciones para mantener un ambiente libre de violencia y la revisión de los tiempos para cubrir las plazas de personal administrativo de base.
En diciembre del año pasado, el SITUAM demandó a la Universidad cambios contractuales que incluyeran un incremento salarial y emplazó a huelga a esta casa de estudios este primero de febrero.
Después de una serie de mesas que iniciaron el 6 de diciembre del año pasado, representantes de la organización sindical y autoridades de la UAM discutieron, entre otros temas, el aumento salarial y asuntos relativos al clausulado del Contrato Colectivo de Trabajo.
La UAM aclaró que gestiona de manera permanente ante las instancias correspondientes una mayor disponibilidad presupuestal y ejerce con responsabilidad y transparencia los recursos institucionales, a partir de la disciplina financiera.
La Casa abierta al tiempo cuenta con uno de los paquetes de prestaciones más robusto para el beneficio de todos sus trabajadores y dependientes económicos, en comparación con otras instituciones de educación superior.
Con ello, la Universidad continuará sus trabajos académicos y seguirá en cumplimiento de su función social.
