El semáforo epidemiológico en rojo comienza en casa

Cultura

Mauricio Rodríguez Álvarez, Vocero de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus de la UNAM, consideró que los mexicanos no debemos esperar a que las autoridades se vean obligadas a poner el semáforo epidemiológico a su máximo nivel, por lo cual hizo un llamado a atender la sugerencia de evitar salir del hogar si no es necesario.

“Estamos viendo que en algunas partes del país la situación derivada de la pandemia es crítica, como lo están expresando las propias autoridades, y si lo hacemos, debemos hacerlo con cuidado”, afirmó.

En la plática informática ¿Qué hacer para no enfermarme de COVID-19? y ¿Qué hacer si me enfermo?, organizada por el Instituto de Ingeniería, expuso: estamos frente a una situación donde la salud y el cuidado individuales tienen repercusiones en la protección de la colectividad. El semáforo epidemiológico, dijo, comienza en casa.

El experto insistió en que el cubrebocas es una herramienta fundamental en todo momento, en especial cuando estamos enfermos o con un enfermo; en el espacio público o al convivir con otras personas. El mejor, puntualizó, es el que se usa correctamente al tapar la nariz y la boca, el que no se mueve ni se toca, ni se intercambia.

“No es necesario que sean N95 o KN95 porque esos son para situaciones de riesgo muy alto. Para usar en casa o la vía pública podemos utilizar los de tela que no nos dé comezón, que nos moleste”. Los que no se deben usar, alertó, son de válvula, porque al exhalar, se abre y deja salir partículas; no sirve de obstáculo, recalcó.

El especialista universitario se refirió a la importancia de identificar, atender y aislar oportunamente a los enfermos, así como a sus contactos para evitar complicaciones como contagios que requieran hospitalización. De ese modo se rompe la cadena de transmisión. También hay que proteger a las personas vulnerables.

Para evitar la transmisión del SARS-CoV-2 se deben atender las siguientes recomendaciones: distancia física, ventilación, uso de cubrebocas, higiene de manos, pruebas, identificación de casos, seguir contactos y limpieza de superficies; respetar las indicaciones locales, evitar convivir con personas de otras casas: seis adultos de cuatro casas distintas multiplican los riesgos para todos, explicó Rodríguez Álvarez.

Lo ideal, prosiguió, es que no se reúnan personas de más de dos casas y grupos de más de cinco gentes; cuando lo hagan, deben mantener las medidas sanitarias y tampoco deben permanecer en espacios cerrados, sin ventilación.

Hizo ver que existen diferentes niveles de riesgo: moderado, en situaciones de contacto lejano, a más de metro y medio, sin protección y en espacio cerrado; bajo, en contacto cercano con protección, con un enfermo o asintomático y usando cubrebocas; el muy bajo, a más de metro y medio, en espacios abiertos; y nulo, cuando no hay contacto físico.

La clave para enfrentar la pandemia es la administración de riesgos, identificar a los enfermos y sus contactos, así como prevenir complicaciones; eso se logra al evitar sitios concurridos o cerrados con mala ventilación.

Rodríguez Álvarez hizo un llamado a no difundir información falsa, alarmante o dudosa que puede generar fallas en la respuesta a la situación. “En la Comisión Especial y otras instancias de la UNAM hemos creado muchos recursos para poner información a disposición de todos”.