El presidente de Brasil se compromete a que el país sea neutro en emisiones de carbono para 2050

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De esa forma, Bolsonaro adelanta este objetivo nacional en una década. El líder brasileño puso a su país como ejemplo tanto en la lucha medioambiental, como en otros aspectos como su compromiso con la paz y con los refugiados. Además, indicó que su Gobierno había luchado simultáneamente contra la pandemia de COVID-19 y el desempleo.

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, destacó este martes en Nueva York el trabajo de su país en la preservación del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.

«Hemos anticipamos la meta de alcanzar la neutralidad climática de 2060 a 2050. También hemos duplicado los recursos humanos y financieros destinados al fortalecimiento de los organismos ambientales, con miras a eliminar la deforestación ilegal», dijo.

Bolsonaro hizo esas afirmaciones en la sede de la ONU durante la apertura de la semana de alto nivel de la Asamblea General. Tras celebrarse virtualmente el año pasado debido a la pandemia de coronavirus, la reunión de este año cuenta con un formato híbrido don algunos líderes mundiales presentes en persona y otros a través de intervenciones virtuales. Como sucede desde 1955, Brasil inauguró el debate general.

Un ejemplo sobre medio ambiente y acción climática

Para el presidente brasileño, los resultados de esta acción sobre el clima «ya han empezado a aparecer». En la Amazonia, destacó la reducción del 32% de la deforestación en el mes de agosto, en comparación con el mismo mes del año pasado.

Presentó al país como «un ejemplo en la generación de energía», con un 83% de esta procedente de fuentes renovables, y dijo que buscará el consenso sobre las reglas del mercado mundial de créditos de carbono en la Conferencia de la ONU sobre el Clima (COP26) que comienza a finales de octubre en Glasgow.

«Esperamos que los países industrializados cumplan efectivamente sus compromisos de financiación climática en volúmenes relevantes», dijo Bolsonaro.

Recordó que el sector agrícola de su país alimenta a más de mil millones de personas en el mundo, utilizando sólo el 8% del territorio nacional, y aseguró que «ningún país del mundo tiene una legislación ambiental tan completa.»

«Nuestro Código Forestal debe ser un ejemplo para otros países», aseguró.

Reconoció que el país enfrenta «grandes desafíos ambientales», por ser una nación de dimensiones continentales. Sólo la región amazónica equivale a la superficie de toda Europa Occidental

Para él, «el futuro de los empleos verdes está en Brasil a través de las energías renovables, la agricultura sostenible, la industria de bajas emisiones, el saneamiento básico, el tratamiento de residuos y el turismo».

También recordó que el 14% del territorio nacional, una superficie equivalente a la de Alemania y Francia juntas, está destinado a reservas indígenas. «En estas regiones, 600.000 indígenas viven en libertad y cada vez más quieren utilizar sus tierras para la agricultura y otras actividades», dijo.

La pandemia y el empleo

Hasta el 20 de septiembre, se han confirmado más de 21 millones de casos de COVID-19 en Brasil. Con 590.508 muertes notificadas a la Organización Mundial de la Salud, la cifra sólo es superada por la de Estados Unidos.

Bolsonaro dijo que «la pandemia tomó a todos por sorpresa en 2020» y que su Gobierno «lamenta todas las muertes que ocurrieron en Brasil y en el mundo.»

Dijo que «siempre defendió la lucha contra el virus y el desempleo de forma simultánea y con la misma responsabilidad» y señaló las «medidas de aislamiento y bloqueo» que han «dejado un legado de inflación, sobre todo en los alimentos en todo el mundo.»

Hasta el 17 de septiembre, según las cifras comunicadas a la agencia de la ONU para la salud, se han administrado más de 207 millones de dosis de vacuna en Brasil, lo que significa que más del 66% de la población ha recibido algún tipo de inmunización.

Bolsonaro aseguró que, hasta noviembre, todos los que decidan vacunarse en Brasil serán atendidos.

Mantenimiento de la paz y refugiados

Sobre los asuntos internacionales, el jefe de Estado recordó la participación de su país en las misiones de mantenimiento de la paz de la ONU, desde Suez hasta el Congo, pasando por Haití y el Líbano.

También destacó que Brasil «siempre ha acogido a los refugiados» y mencionó los 400.000 venezolanos que el país ha recibido en los últimos años.

Mostrando su «profunda preocupación» por el futuro de Afganistán, aseguró que Brasil «concederá visados humanitarios a los cristianos afganos, mujeres, niños y jueces».

En 2022, la nación sudamericana volverá a ocupar un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU, tras haber sido elegida por 181 países a principios de este año para un mandato de dos años como miembro no permanente.

A pesar de esta presencia, Bolsonaro concluyó su discurso diciendo que su país apoya una reforma del Consejo y busca un asiento permanente.