El invierno y las nuevas hostilidades acentúan el drama humanitario en Siria

Internacional

Tras el aumento de la violencia durante las últimas tres semanas, las Naciones Unidas siguen profundamente preocupadas por la seguridad y la protección de más de tres millones de civiles en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria. Más de la mitad de esas personas son desplazados internos.

Así lo reportaron este viernes al Consejo de Seguridad los secretarios generales adjuntos Rosemary DiCarlo y Mark Lowcock, responsables de las Oficinas de la ONU para Asuntos Políticos y para la Coordinación de Ayuda Humanitaria respectivamente, durante una sesión a puerta cerrada sobre ese país árabe.

Según sus actuales estimaciones, desde el 12 de diciembre alrededor de 300.000 personas han sido desplazadas de la zona sur de Idlib, y más de la mitad de los desplazados, por lo menos 175.000, son niños y niñas.

Estos nuevos desplazamientos se suman a los más de 400.000 mujeres, niños y hombres que fueron desarraigados por las hostilidades entre finales de abril y principios de diciembre del año pasado, muchos de ellos en múltiples ocasiones.

Durante ese mismo período, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos registró más de 1330 muertes de civiles.

Bajas temperaturas y ciudades desiertas

En el mismo tono, DiCarlo y Lowcock explicaron que las condiciones invernales están exacerbando la de por sí grave situación humanitaria en Siria.

Ambos altos funcionarios señalaron que las familias huyen bajo lluvias torrenciales y que se enfrentan a temperaturas nocturnas cercanas al punto de congelación. Además, las personas que se desplazaron más al norte encaran ahora una situación especialmente difícil debido a la lluvia y el frío de la temporada invernal.

De acuerdo con los informes que maneja la ONU, muchosdesplazados viven en campamentos, en edificios sin terminar o parcialmente destruidos, en tiendas de campaña, bajo los árboles y al aire libre.

Igualmente, los secretarios generales adjuntos explicaron que los datos que tienen indican que la ciudad de Ma’arrat An-Numan, al sur de Idllib, y las zonas circundantes están casi vacías de civiles, ya que las familias huyen hacia el norte para ponerse a salvo.

Por su parte, las organizaciones humanitarias proporcionaron alimentos y dieron dinero en efectivo de emergencia a más de 180.000 de los nuevos desplazados.

En previsión de nuevos desplazamientos, ya se han preparado de forma anticipada raciones adicionales listas para consumir para más de medio millón de personas.