El Espacio Cultural San Lázaro presentó “Crónicas Musicales del Violín en México (siglos XVIII, XIX y XX)”

Cultura

En el Espacio Cultural San Lázaro, que dirige Ismael Carvallo Robledo, se exhibió “Crónicas Musicales del Violín en México (siglos XVIII, XIX y XX)”, presentado por Margarita Blanco en el violín, Isaac López en el piano y Martín Valencia, a cargo de la guitarra.

Este evento, convocado por la Cámara de Diputados a través de la Secretaría General, el Espacio Cultural San Lázaro y las Bibliotecas Legislativas, ofreció esta muestra artística a las y los trabajadores y a la ciudadanía, de forma presencial y telemática por redes.

Carvallo Robledo comentó que esta serie de recitales sirven para recuperar la tradición tan consistente de la música nueva hispana, nacional, por lo que resulta un ejercicio necesario.

“Estos días han sido emocionantes porque hemos podido constatar que las instituciones del Estado trabajan con la historia, que es el material con el que se construye y se hace política, y esa historia además está plasmada en las leyes, archivo y registro en las Bibliotecas legislativas”, agregó.

Mencionó que este recital hace un recorrido por la historia de la música del siglo XVIII al presente.

Margarita Blanco, violinista, dijo que este instrumento ha sido abrazado por los diferentes pueblos y sociedades que conforman nuestro país. Agradeció al Espacio Cultural por la invitación al recital y al público por acudir y relató que estas crónicas se refieren principalmente a la música académica que ha formado parte de nuestra historia.

Hizo notar que cuando empezó a surgir esta idea de hacer el programa de Crónicas para Violín fue hace 8 años, gracias al investigador y músico Jorge Martí quien ha facilitado este repertorio.

Martín Valencia, pianista, consideró un honor estar en la Cámara de Diputados interpretando estas melodías y que algunos de los instrumentos para desarrollarlas son históricos, ya que pertenecieron a un compositor del siglo XX y fueron donados por su familia.

Patricia Moya, nieta del compositor Efraín Pérez Cámara, dijo que hizo tres piezas cortas, la primera se llama Juegos de Reflejo, la segunda es Sobre las Ondas, y una tercera pieza llamada Paseo en el Muelle.

Asimismo, se ejecutaron obras de Ricardo Castro, quien nació en Durango y fue un violinista muy virtuoso. También se interpretó Obra de Juventud, del compositor Manuel M. Ponce, y otras más de Ángel Garrido y de Emilio Méndez Bancel, entre otros.