El dominio visual de las personas con discapacidad auditiva apoya identificación como parte de una comunidad nacional

Cultura

La Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS) del Instituto Nacional de Bellas Artes  y Literatura (INBAL) continúa sus programas dirigidos a personas con discapacidad auditiva mediante actividades como la visita guiada traducida al Lenguaje de Señas Mexicana (LSM) por la exposición Renau y el muralismo en el exilio: diálogo con Siqueiros, a través de la cual se resaltó la relación entre la obra del artista mexicano con el español.

El recorrido traducido de forma simultánea por Noé Romero, intérprete certificado en este sistema de comunicación, permitió que el público en general y con discapacidad auditiva se adentrara en la obra de los artistas y compartiera sus impresiones, comentarios y dudas.

“Es una necesidad que los museos sean accesibles y abran espacios para la comunidad sorda, porque cuando se habla de sus necesidades, sólo se piensa en temas educativos y legales, y se descuida la parte cultural, artística y de recreación, a la cual también tienen derecho”, señaló Romero en entrevista.

“En la SAPS queremos acercar al público sordo al trabajo de Siqueiros, difundir su legado cultural y artístico porque, seguramente, han visto su obra cuando pasan por el Polyforum Cultural Siqueiros o por el Palacio de Bellas Artes, pero no reconocen de quién es”.

De acuerdo con el intérprete, traducir al lenguaje de señas una explicación de artes plásticas requiere téminos específicos. “Primero, se necesita conocer el lenguaje especializado de la disciplina sobre la cual se hablará para traducirlo de manera correcta. Segundo, uno debe saber las señas. Para ello es necesaria una formación profesional como intérprete, estudios teóricos, metodología, técnicas de interpretación”, dijo.

“Pertenezco a un equipo de traductores que nos hemos volcado en proyectos con diversos museos, entre éstos, el Rufino Tamayo del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y el Universitario de Arte Contemporáneo de la UNAM, para trabajar temas de accesibilidad dirigidos a personas sordas.

“Como traductores es importante acercarnos a los especialistas en arte, incluso a los mismos artistas para saber cuáles son las señas que ellos utilizan para estos contextos”, detalló y señaló que, en el caso de las personas sordas, el arte visual se presenta como un universo familiar, ya que tienen mayor dominio de las cuestiones visuales y espaciales, y el arte les ayuda a identificarse como miembros de una comunidad nacional.

A lo largo del recorrido, tanto personas oyentes como sordas externaron sus dudas y comentarios sobre la obra de Siqueiros, que por su naturaleza resultó para los asistentes una manera distinta de concebir la pintura bajo un soporte plano en el que el artista extendió las dimensiones de la espacialidad.

La exposición Renau y el muralismo en el exilio: diálogos con Siqueiros revisa la faceta muralista de Josep Renau (Valencia, 1907–Berlín, 1982) durante su exilio en nuestro país y en sus años de trabajo en Berlín, así como su colaboración con David Alfaro Siqueiros (Chihuahua, 1896–Morelos, 1974) en la realización del mural Retrato de la burguesía, destacada obra que representa un paradigma dentro del muralismo mexicano debido al uso del montaje fotográfico y cinematográfico como estrategia de disposición del espacio pictórico.

Realizada en el marco de la conmemoración de los 80 años del inicio del exilio español en México (1939–2019) a causa de la Guerra Civil, la exposición reúne más de 100 piezas, muchas de ellas no mostradas antes o bien poco conocidas sobre el proceso de trabajo de los murales Retrato de la burguesía (1939–1940), La electrificación de México acabará con la miseria del pueblo (1941) –no realizado– y España hacia América (1946–50), así como la relación entre Renau y Siqueiros. Estará abierta al público hasta el 6 de octubre en la galería y sala de murales de la Sala de Arte Público Proyecto Siqueiros.