El documental Diego Rivera, un artista en la encrucijada revela al artista y ser humano

Cultura

Uno de los cinco pintores más renombrados del mundo, con una obra que ha trascendido las fronteras del tiempo y el espacio, pero también un ser humano lleno de vicisitudes y una vida compleja, así se presenta al pintor mexicano Diego Rivera (1886-1957) en el documental Diego Rivera, un artista en la encrucijada, realizado en 2014 por el director Diego López Rivera.Con la presencia del director, dicha cinta fue proyectada este miércoles en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo para recordar el 133 aniversario del nacimiento del artista guanajuatense (8 de diciembre de 1886) y el 62 aniversario de su muerte (24 de noviembre de 1957), en una actividad organizada por la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
Durante casi 60 minutos, el documental hace una revisión de la vida y obra del muralista mexicano y es comentado por especialistas en la materia: la hija del pintor, Guadalupe Rivera Marín; la directora de los museos Anahuacalli y la Casa Azul, Hilda Trujillo; el escritor Juan Rafael Coronel Rivera; los investigadores Susana Pliego, Cuauhtémoc Medina, Irene Herner y Renato González Mello, así como el director del Museo Dolores Olmedo, Carlos Phillips Olmedo.
Desde sus inicios en México, como un artista de capacidades innatas para la pintura, su viaje a Europa donde tuvo contacto con las vanguardias, su rivalidad con Pablo Picasso en el cubismo, su incursión en el muralismo, tanto en México como Estados Unidos, su convencimiento de que el arte debía contener un mensaje social, su militancia comunista y su matrimonio con Frida Kahlo, Diego Rivera siempre fue “un artistas en la encrucijada” que le planteó su propia vida y su enorme genialidad, expresó el autor del documental Diego López Rivera.
Luego de una breve presentación a cargo de Marisol Argüelles, directora del recinto anfitrión, el cineasta Diego López comentó que no obstante ser nieto de Diego Rivera, debido a la distancia que guardó su familia, él prácticamente desconocía la vida de su abuelo: “Tenía como una traba emocional”, dijo.
Poco a poco lo fue reconociendo y después de varios años y de una trayectoria dentro de la cinematografía y la promoción cultural hizo un primer documental con base en grabaciones realizadas -en 1946- por el fotógrafo Gabriel Figueroa. Ese primer acercamiento, expuso, le permitió ver que su abuelo había tenido una trayectoria de grandes logros, pero también de muchos claroscuros y una vida privada llena de controversias.
Tiempo después –platicó— en 2014, el Canal 22 de Television le invitó a participar en el proyecto Grandes Figuras del Arte Mexicano, por lo que entonces abordó desde una nueva perspectiva la vida y obra de su abuelo con el documental Diego Rivera, un artista en la encrucijada.
Reconoció que aunque se hace una revisión de toda su trayectoria como artista, el documental toma como centro el famoso mural que Rivera realizó en Nueva York en el Rockefeller Center, titulado El hombre en la encrucijada, el cual creó una gran polémica al incluir la imagen de Lenin, por lo que luego fue destruido completamente.
Destacó que en el documental se incluyen entrevistas hechas a “una nueva generación de estudiosos del arte”, lo que le ayudó a dar una vision renovada, y comentarios de su madre, por ese mismo hecho, quien también ha realizado algunas reflexiones sobre la vida de su padre (Diego Rivera) en el afán de recuperarlo al final de su vida.
Con duración de 60 minutos, en el documental se asienta que Rivera tuvo un enfrentamiento con Picasso por ver quién era mejor pintor cubista, pero “después de la obra El guerrillero -del mexicano-, luego renombrada como Paisaje zapatista, Picasso no pudo hacer algo mejor que eso dentro del cubismo”.
También se asienta que el gran ideólogo del nacionalismo en la pintura mexicana fue el propio Rivera, quien desde 1915 ya planteaba ideas sobre el nacionalismo y el cometido social del arte; se recuerda en el documental que en su incursión en Estados Unidos la crítica decía que “un pintor comunista conquista a Estados Unidos” y que se le consideró en su momento el pintor más importante del mundo.
Finalmente, se plantea que luego de la destrucción de su mural en Nueva York en 1933, Rivera cayó en depresión, lo que se agudizó con la posterior muerte de Frida Kahlo en 1954, lo cual lo llevó a su propia muerte en 1957.