Alrededor de 20 por ciento de los estudiantes de Diseño Industrial está interesado en desarrollar un proyecto dirigido a personas con alguna discapacidad, sostuvo la maestra María Berthana Salas Domínguez, profesora-investigadora del Departamento de Teoría y Análisis de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Por ello es importante desarrollar empatía, sensibilización, conocimiento y entendimiento sobre las necesidades de quienes tienen tal condición, ya que hasta el momento no se ha incluido este tipo de habilidades y conocimientos dentro del plan de estudios.
La académica apuntó que hay que trabajar en la humanización y en fomentar una cultura de la inclusión, así como aprender sobre las normas para la accesibilidad de gente con discapacidad y aplicarlas.
Ante estudiantes de la Licenciatura en Diseño Industrial, la maestra Salas Domínguez expuso cómo ese tema puede convertirse en un nuevo lenguaje en la disciplina y ser parte inherente de sus proyectos terminales.
“Podemos mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad por medio del diseño”, dijo en el marco del Seminario Permanente Punto de Encuentro. Los lenguajes inclusivos en los diseños, moderado por la diseñadora industrial Silvia Ana María Oropeza Herrera, docente del Departamento de Métodos y Sistemas.
La investigadora reafirmó que es necesario hacer la etnografía correspondiente de ir a los lugares, ver las necesidades individuales para entender los problemas a los que se enfrentan y crear soluciones a partir de un diseño que tome en cuenta la ergonomía, la economía y la estética, entre otros elementos.
Cuando se esboza deben pensar interdisciplinariamente y en todos los factores que rodean a los individuos para que sea funcional, así como aprovechar las nuevas tecnologías, conocerlas e ir construyendo el conocimiento para estar a la vanguardia”, dijo al dictar la ponencia Discapacidad motriz y el diseño industrial.
Para la diseñadora industrial por la Unidad Xochimilco es fundamental que los alumnos vean la posibilidad de sacar sus proyectos a la calle y al mercado, ya que en la mayoría de los casos se quedan en el librero.
Con el objetivo de ofrecer apoyo y servicio a estudiantes e investigadores, la doctora Salas Domínguez explicó que la Unidad Xochimilco cuenta con un Laboratorio de Pruebas y Simuladores, ubicado en el segundo piso del edificio “Q”, en el que se analizan las necesidades de cada proyecto.
“Realizamos análisis ergonómicos, biomecánicos, experimentos de diseño, soluciones, modelos y ensayos de uso en usuarios, además de que trabajamos de la mano con el Taller de Fibras en el desarrollo de nuevos materiales y hacemos convenios con instituciones y especialistas para desarrollar un determinado proyecto”.
Con cuatro años de existencia, el Laboratorio cuenta con aparatos de pruebas físicas para envase y embalaje, un escáner 3D recién instalado y dos impresoras, y la intención es que más adelante puedan ofrecerse servicios a la industria para hacerlo más sustentable.
