El diplomático que guiará a la Asamblea General en su 75º aniversario y en la pandemia de COVID-19

Internacional

El diplomático turco elegido para ser presidente de la 75ª sesión de la Asamblea General de la ONU, Volkan Bozkir, asume su papel mientras la Organización lidia con una pandemia sin precedentes y analiza la dirección futura que debe tomar.

Vokan Bozkir, un funcionario público con casi 50 años de experiencia profesional y recientemente ministro de Asuntos Europeos, surgió del grupo de naciones de Europa Occidental y remplaza a Tijjani Muhammad-Bande de Nigeria.

El nuevo presidente de la Asamblea se incorporó al servicio exterior de Turquía en 1972 y ha ocupado varios cargos diplomáticos de alto nivel, incluidos los de cónsul general en Nueva York, embajador en Bucarest y representante permanente de Turquía ante la Unión Europea.

Antes de comenzar la 75ª sesión, Bozkir habló con Noticias ONU para discutir cómo garantizar que la Organización siga siendo relevante en las próximas décadas; por qué hará un tema clave durante su año en la presidencia la protección de las personas y comunidades vulnerables; y cómo pretende hacer frente a los desafíos que plantea la pandemia de COVID-19.

«El COVID-19 se ha convertido en una prioridad abrumadora en este momento, es por ello que decidí adaptar el tema de la 75ª sesión de la ONU. Los Estados Miembros habían elegido: “El futuro que queremos, las Naciones Unidas que necesitamos: reafirmando nuestro compromiso colectivo con el multilateralismo”. A eso le agregué “enfrentar el COVID-19 a través de una acción multilateral efectiva”, porque la pandemia está poniendo a prueba nuestras instituciones como nunca antes: tenemos el deber de emprender acciones efectivas a nivel global para superar este virus y los estragos que está causando en nuestras economías y sociedades», dijo el diplomático al empezar la conversación.

La ONU cumple 75 años. ¿Qué significa este aniversario para usted en su calidad de presidente de la Asamblea durante esta sesión?

Bozkir: El COVID-19 es una crisis global que el mundo no ha conocido desde que se creó la ONU a partir de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial. No es solo una crisis de salud, sino una crisis social y económica que ha exacerbado los desafíos existentes que la Organización busca superar a través de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Toda la humanidad está en esta lucha conjunta. Es hora de la unidad. Los Estados miembros nunca han tenido una razón más convincente para trabajar en estrecha colaboración por el bien común. Y estoy seguro de que, juntos, saldremos más fuertes de esto.

En todos estos esfuerzos, la ONU, en particular la Asamblea General, tiene un papel central que desempeñar. A través de este órgano, los Estados miembros establecen normas y orientan nuestros recursos colectivos para abordar desafíos comunes. Las vacunas son un buen ejemplo. ¿Será la vacuna COVID-19 un bien común mundial compartido de manera equitativa? Esta es una enfermedad que no respeta las fronteras nacionales. No estaremos a salvo hasta que todos estemos a salvo.

¿Qué piensa de la reforma de la ONU? ¿Cómo pueden la ONU y la AG seguir siendo relevantes durante los próximos 75 años?

Bozkir: Este aniversario histórico es una oportunidad única para mirar hacia atrás lo que ya se ha logrado y aprovechar estos logros para superar los desafíos que enfrentan actualmente el multilateralismo y la Organización.

Las instituciones deben adaptarse y reformarse para seguir siendo relevantes y aptas para su propósito. Apoyo la agenda de reforma de la ONU y los cambios radicales que hemos visto en las áreas de paz y seguridad, desarrollo y gestión. Estos pasos son cruciales para que todas las partes de las Naciones Unidas sean más unidas y coherentes.

La ONU, hasta el día de hoy, es la única organización internacional con membresía universal que establece las normas para abordar los problemas globales a través del multilateralismo, y la Asamblea General es el único órgano de la ONU donde todos los Estados miembros tienen la misma voz.

¿Por qué ha hecho de las personas y grupos vulnerables un foco de su presidencia?

Bozkir: Los desafíos y las crisis globales cobran el más alto precio a las personas y los países más vulnerables. Las personas necesitadas o bajo opresión deberían sentir que sus preocupaciones son escuchadas en el órgano más democrático de la ONU.

Trabajaré para incorporar las voces de la gente de todo el mundo a nuestras discusiones. Avanzar en la agenda humanitaria de la ONU con especial atención a las necesidades de los más vulnerables será el foco de mi presidencia.

Este 2020 es un año importante para los derechos de las mujeres. Celebramos el 25º aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing y el 20º aniversario de la histórica resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Mujeres, Paz y Seguridad. ¿Qué medidas tomará para garantizar el empoderamiento de las mujeres y las niñas?

Bozkir: La evidencia muestra que la igualdad de género contribuye a mayores niveles de paz y prosperidad. Las mujeres a menudo carecen de acceso a un trabajo decente, igualdad de remuneración, educación de calidad y atención médica adecuada. Sufren violencia y discriminación y, a menudo, están subrepresentadas en los procesos de toma de decisiones políticas y económicas. Y, lamentablemente, con la propagación de la pandemia de COVID-19, incluso los avances logrados en las últimas décadas corren el riesgo de retroceder. Eso debe cambiar.

Mejorar la vida de las mujeres hace que nuestras sociedades sean más inclusivas y productivas, lo que ayuda a todos. Como principal institución normativa internacional, las Naciones Unidas tienen la responsabilidad especial de predicar con el ejemplo.

Por mi parte, he prestado especial atención a la igualdad de género al formar mi propio equipo, que ahora incluye más mujeres que hombres, y está en paridad de género en la alta dirección. Y me aseguraré de que se aplique una perspectiva de género al trabajo que hacemos en los ámbitos de la paz y la seguridad, los derechos humanos, las cuestiones humanitarias y el desarrollo sostenible.

A nivel personal, ¿cómo se interesó por el servicio público? ¿Cuál es su motivación?

Bozkir: Como diplomático y político de carrera durante casi 50 años, he pasado toda mi vida profesional en el servicio público. Para mí es un orgullo servir a mi país y a mi nación.

Ahora estoy al comienzo de un capítulo nuevo e igualmente orgulloso, donde estaré sirviendo a todos los miembros de la ONU. Mi motivación para asumir este nuevo y desafiante papel es mi firme convicción en la eficacia de la diplomacia multilateral, y también mi deseo de servir y hacer contribuciones, incluso pequeñas en el flujo de la historia, al bienestar general de la humanidad. No puedo pensar en un lugar mucho mejor que la ONU para trabajar por esa causa.