El Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli hace posible el relevo generacional en la ópera

Cultura

Una hazaña, un sueño hecho realidad y una experiencia inolvidable y enriquecedora al compartir el escenario del Palacio de Bellas Artes con cantantes jóvenes y talentosos, significó para las sopranos Denis Andrea Vélez Luna y Jennifer Mariel Velasco Rodríguez ganar el XXXVII Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli.Entrevistada previo a la ceremonia de entrega de los galardones, la cual se llevó a cabo en el Salón de los Espejos, Denis Andrea Vélez Luna, ganadora del primer lugar del certamen y del Premio de Ópera Francesa, refirió que ésta fue la cuarta ocasión en la que participa y la primera en pasar a la final.
“Estoy contenta. Fue una hazaña y una sorpresa ganar el primer lugar. Lo que aprendimos los días que tuvimos de coaching con el maestro Iván López Reynoso, impulsa a competir.
“Además, cantar como solista en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes fue un sueño hecho realidad, una experiencia inolvidable”, señaló.
Cabe resaltar que, además del coaching, el maestro Iván López Reynoso donó un premio que fue entregado a Ángel David Macías López.
La soprano Jennifer Mariel Velasco, quien obtuvo el tercer sitio en el certamen, el primer lugar femenino del Premio de Zarzuela Etelvina Rodríguez y el Premio Ópera de Bellas Artes, recordó que en 2015 obtuvo el Premio Revelación Juvenil del concurso.
“Fue enriquecedor compartir el escenario del Palacio de Bellas Artes con cantantes jóvenes y talentosos. Aprendimos mucho. En lo personal me ayudó trabajar con el maestro Iván. Además, y cantar en el Palacio de Bellas Artes con la Orquesta del Teatro, es algo espectacular; un premio de por sí”.
La ceremonia de premiación estuvo presidida por la Directora General del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), Dra. Lucina Jiménez; el director general del certamen, Francisco Méndez Padilla, así como Adriana Alatriste, presidenta de ProÓpera, asociación civil promotora de este género musical, a la cual se debe la donación de un premio.
Méndez Padilla afirmó que el concurso tiene el objetivo de estimular el talento emergente de las escuelas profesionales de música de nuestro país, apoyado por las máximas instituciones culturales de México y de diversas instancias de la sociedad civil.
Cada año se realiza un minucioso proceso de selección entre los más de 150 participantes en la competencia vocal de mayor tradición dentro del quehacer operístico de México.
El titular del concurso resaltó el esfuerzo por engrandecer el arte lírico de México y el interés por retomar el premio de zarzuela, y agradeció al INBAL “por ofrecer al concurso, una vez más, su respaldo.
Por su parte, la Dra. Lucina Jiménez celebró la reunión de “importantes sectores que suman su esfuerzo para hacer posible los relevos generacionales en una de las artes máximas a las cuales dedica su vocación y su misión el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura: me refiero a la ópera y, por fortuna, también a la zarzuela, que tiene tanto arraigo en México”.
De igual forma, reconoció la suma de voluntades de instituciones, organizaciones del sector empresarial y artistas que acompañan este esfuerzo de casi cuatro décadas para consolidar este semillero artístico en beneficio de las y los intérpretes mexicanos.
Destacó el compromiso de la Asociación Carlo Morelli al impulsar a las nuevas generaciones de cantantes y fortalecer el papel de las escuelas en el proceso formativo musical, además de honrar la memoria de alguien que dedicó su vida a la ópera.
La Dra. Lucina Jiménez ratificó el compromiso del Instituto de apoyar el desarrollo operístico nacional, incluido el fortalecimiento a la composición y realización de ópera mexicana y de dar proyección a las y los intérpretes que ponen en alto el nombre de nuestro país. “Para la Compañía Nacional de Ópera es una oportunidad recibirles como parte de su programación, porque es ahí donde terminamos de fortalecer esas semillas que han sembrado”.
En la ceremonia también estuvieron Octavio Sosa, miembro del jurado, y María Esther Valdivia, representante de la Fundación Beckmann, que también aportó recursos para el certamen.