El Centro de Producción de Danza Contemporánea llevó cinco coreografías a hospital de Pemex

Cultura

A través del programa Danza / Fortaleza y Vulnerabilidad, el Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac), que dirige Marco Antonio Silva, se presentó con el estreno mundial de la coreografía Claro de luna / Memoria en espera.Una de las presentaciones se realizó este día en el Hospital Central Sur de Alta Especialidad Pemex-Picacho y la próxima será el martes 28 en el Hospital Central Norte Pemex-Azcapotzalco.
En la búsqueda de una conexión con los espectadores a través del arte de la danza en un espacio totalmente fuera de lo común: el hospital, los integrantes del Ceprodac ofrecen cinco impactos coreográficos para las personas que aguardan en las salas de espera, pero también para el personal médico, administrativo y pacientes del hospital.
Con una obra de apenas ocho o nueve minutos de duración, diseñada para este tipo de espacios, los bailarines hacen uso de todas sus capacidades técnico-interpretativas para aludir a la fragilidad humana y a la fortaleza espiritual; es entonces que la danza demuestra el poder transformador del arte para ayudar a la gente a cambiar su estado emocional y sobreponerse a situaciones adversas y de incertidumbre, dijo el bailarín y coreógrafo Marco Antonio Silva.
El director artístico de la compañía afirmó que para el Ceprodac es importante unirse a las celebraciones mundiales en torno al natalicio de Ludwig van Beethoven y estar en contacto con los diversos públicos de la danza. Indicó que se han planteado varias acciones a lo largo del año para incorporar la efeméride en los distintos programas que maneja el centro y el primero es precisamente Danza / Fortaleza y Vulnerabilidad.
Detalló que la coreografía Claro de luna / Memoria en espera se inspira en la sonata Claro de luna del compositor alemán que, según se cuenta, surgió de una historia entre mito y realidad: una noche, caminaba triste por una calle y escuchó tocar el piano en una casa. Entró y encontró a una mujer tocando bellas melodías, lo que atrajo su atención.
Al otro día, Beethoven, agradecido por la velada, le preguntó a ella qué le gustaría ver en la vida y contestó: “un claro de luna”. Era invidente. Ello le inspiró a escribir su famosa sonata, y la coreografía tiene la intención de compartirnos esta inspiración, este contacto, refirió Marco Antonio Silva.
“A nuestra coreografía Claro de luna la subtitulamos Memoria en espera, porque cuando estamos en una situación de vulnerabilidad en la sala de espera de un hospital lo que nos aborda, me parece, son los recuerdos de aquella persona que esperamos salga con bien de la situación en que se encuentra.
Consideramos que la fortaleza del cuerpo entrenado de los bailarines del Ceprodac, permite que la vulnerabilidad de los pacientes —y la de sus amigos o familiares— sea tocada por un puente de humanidad”, expresó.
El también promotor cultural consideró que ese es el eje que atiende este programa del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL): crear puentes de solidaridad entre un artista —los bailarines del Ceprodac— y las personas cercanas a otra que está, por algún motivo, en un hospital; es decir, el encuentro de dos entes desconocidos que con ayuda del factor sorpresa confluyen y se solidarizan. Aquí, creemos, música y danza acuden en un momento de la fragilidad del ser humano.
Consideró que la danza es la manifestación del cuerpo (cuerpo expuesto) y la música es una expresión de la sensibilidad y del espíritu. Con ese binomio se busca una conexión entre artista y público, a fin de fortalecer al ser humano y permitir el contagio fraternal de dos personas que coinciden en tiempo y espacio. “Dicen que el arte es la forma de esperanza más elevada que existe y creo que, en ese sentido, danza y música permiten esa comunión, esa esperanza”.
Agregó que para el INBAL y para el Ceprodac ese es el fin último del arte: ir al rescate espiritual del ser humano, insertar el arte en la vida cotidiana y en un momento difícil del ser humano. “No olvidamos que la retribución social del arte es una tarea que invita a ser mejores personas, y en el ejercicio de retribución y contribución es cuando comenzamos a dejar de pensar en nosotros y empezamos a pensar en aquellos que están alrededor nuestro”, dijo.
Recordó que el programa Danza / Fortaleza y Vulnerabilidad del Ceprodac se realizó el año pasado y acudió a cuatro hospitales de la Alcaldía Miguel Hidalgo en la Ciudad de México (Rubén Leñero, de la Mujer, Pediátrico de Tacubaya y Perinatología).
El jueves 30 de enero, los integrantes de la compañía dancística del INBAL participarán en la conferencia interactiva El trabajo social de la danza. Más información: Facebook: @ceprodac.inba; en Ttwitter: @CEPRODAC, y en Instagram: @ceprodac.inba