El cambio de nombre de la ex República Yugoslava de Macedonia creará una mayor base para la paz

Internacional

El diplomático de las Naciones Unidas Matthew Nimetz ha acogido con satisfacción la decisión del Parlamento de la ex República Yugoslava de Macedonia de ratificar el acuerdo para dar un nuevo nombre a su país, tras la disputa que mantiene con Grecia sobre este asunto desde hace 28 años.

La disputa se remonta a 1991, cuando la antigua República Yugoslava de Macedonia declaró su independencia de Yugoslavia y anunció su intención de llamarse «Macedonia».

La vecina Grecia se negó a reconocer el nombre, insistiendo en que solo la región griega Macedonia debería llamarse así, y argumentando que el uso del nombre por parte de la ex República Yugoslava suponía un desafío para la soberanía griega.

Nimetz, enviado personal del Secretario General para la disputa felicitó al Parlamento de la ex República Yugoslava de Macedonia y a los ciudadanos del país, que aprobaron el cambio de nombre en un referéndum celebrado en septiembre de 2018, por la decisión adoptada y la manera democrática en que se llevó a cabo el proceso. Ese nuevo nombre es el de República de Macedonia del Norte.

“Este histórico acuerdo entre dos vecinos abre la puerta a una nueva relación entre ellos y a una base más firme para la paz y la seguridad en los Balcanes. Espero que se pueda completar el proceso», dijo Nimetz.

Nimetz se refería al hecho de que, para que el país pase a llamarse República de Macedonia del Norte, el Parlamento griego también debe ratificar el acuerdo. Según noticias procedentes de la región, este asunto ha llevado a una crisis en el Gobierno griego, ya que la coalición que lo sostiene está dividida por el cambio de nombre. El primer ministro,  Alexis Tsipras, planea solicitar un voto de confianza, que se espera se celebre el miércoles.

El enviado personal del Secretario General aseguró que las Naciones Unidas «siguen comprometidas a trabajar con las dos partes para resolver finalmente la diferencia entre ellas».