El arte crítico de Cuba en la otra isla

Cultura

Arte combativo del que emerge un pronunciamiento de voces silenciadas construido con fotografía, gráfica e instalación es la apuesta de La otra isla, que convierte historias vivas en relatos visuales a partir de imágenes en blanco y negro, piezas talladas en materiales diversos y otros objetos que –en lenguajes y técnicas disímiles– hacen converger experiencias, inquietudes y territorio.

La muestra que presenta la sala de exposiciones del Centro de Difusión Cultural Casa Rafael Galván de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) es además una oportunidad para conocer el arte disidente de Cuba, al conjuntar el trabajo de artistas radicados en ese país caribeño y en la diáspora que han abierto un espacio de discusión horizontal al que críticos, investigadores y espectadores pueden acercarse para una experiencia particular y fundamental del vínculo arte-política-región.

Raúl Cordero, Alexandre Arrechea, Marta María Pérez Bravo, entre otros, se valen de la fotografía, la instalación, la escultura y el video para narrar encierros, secretos y memorias, desde el juego irreverente de una escritura sinuosa.

Las 16 propuestas harían las veces de “uno de los archivos contingentes más originales, perspicaces y productivos de la Cuba contemporánea para convulsionar y, a la vez, explorar la tensión entre sus propias configuraciones y el relato oficial” de La Habana, a partir de documentos y el análisis, refirió la doctora Yissel Arce Padrón, profesora del Departamento de Educación y Comunicación de la Unidad Xochimilco y curadora de la exhibición.

Este concierto de voces integra perspectivas de género y raciales, así como anhelos y metarrelatos sobre la migración y muchos otros derroteros. Tallada en madera, jabón y acrílico, Escape, de Ángel Delgado, representa la conocida escena de personas que intentan salir de la isla en balsas para alcanzar el sueño americano en Estados Unidos.

El performance ¿Dónde está Mella?, de Luis Manuel Otero, evoca al revolucionario de esa nación Antonio Mella Mc Partland, asesinado en la Ciudad de México el 10 de enero de 1929. La figura del también periodista es un paradigma para la juventud, con resonancias en el arte y otras áreas por su papel como cofundador del Partido Comunista de Cuba y la Federación Estudiantil Universitaria, entre numerosas organizaciones.

Esta experiencia estética visibiliza las estrategias creativas que algunos de los más destacados exponentes del campo artístico insular han desarrollado en poéticas que resignifican el discurso oficial, en particular porque estos autores “se apropian de los dispositivos retóricos del socialismo cubano abocados al rescate de la soberanía para, desde ahí, preguntar ¿cómo recuperar espacios y relatos de memorias divergentes confiscados por la dramaturgia de las relaciones de poder que activa la historia autorizada?”, comentó la doctora Arce Padrón.

La otra isla –que permanecerá abierta hasta el sábado 11 de enero de 2020– es parte del programa por el 60 aniversario de la Revolución Cubana, gracias a las diligencias de la empresa de consultoría artística y gestión cultural AURA.