Edificaciones orgánicas combinan lo antiguo con la arquitectura vanguardista, afirma Javier Senosiain

Cultura

A diferencia de la arquitectura, en la naturaleza casi todo es curvo. Como en el universo o el macrocosmos, todo gira en espiral, desde las moléculas del DNA hasta las grandes galaxias. A mí me gusta convivir con lo natural y seguir muchas de sus reglas, señaló el especialista Javier Senosiain durante la conferencia Arquitectura orgánica, la cual impartió en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
El arquitecto de profesión explicó cómo sus obras arquitectónicas se acercan a la naturaleza, “pues nacen de la idea de crear un espacio adaptado al hombre en armonía con sus necesidades ambientales, físicas y psicológicas”.
Durante la actividad organizada por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble (DACPAI), Javier Senosiain mostró ejemplos de su trabajo, como las obras El tiburón, Ciudad verde, Casa amiba, Parque Quetzalcóatl, Casa orgánica, Sarape y sombrero, El león de Moctezuma y Oasis productivo, entre otras, localizadas en varios puntos de país.
Cada construcción respeta al máximo la región natural de las edificaciones orgánicas que realizo —afirmó Javier Senosiain—, que parecen salidas de una película de ciencia ficción, pues combinan lo antiguo con lo vanguardista. Esas construcciones obedecen a cuestiones ambientales, físicas y psicológicas del hombre, canalizadas a la historia y el tiempo de los hábitats.
Javier Senosiain estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México, institución en la que se graduó con mención honorífica hace 47 años. Durante dos semestres fue alumno de Mathias Göeritz: “Al inicio sólo nos ponía música y nosotros teníamos que representar el ritmo y la armonía en un plano bidimensional, después entramos de lleno a lo que es el volumen. Sus clases me ayudaron mucho porque nos motivaba a imaginarnos un espacio a partir de un concepto abstracto”.
Ante especialistas, maestros y amigos, y acompañado de la titular de la DACPAI, Lízbeth Aguilera Garibay, el arquitecto refirió que “los actuales estudiantes no deben perder de vista tres conceptos que son vitales y que muchas veces los profesores hacemos que pierdan: la libertad, la creatividad y la espontaneidad”.
Los diseños de Javier Senosiain han causado interés en muchos especialistas y críticos. El año pasado presentó la muestra Arquitectura orgánica en el Museo Nacional de Arquitectura, que se encuentra en el tercer piso del Palacio de Bellas Artes.