Redacción
El Pleno de la Cámara de Diputados reformas a la Ley de Ciencia y Tecnología para fomentar entre los estudiantes de todos los niveles de educación el interés por estas áreas y estimular principalmente a temprana edad el trabajo por la ciencia.
Con 454 votos a favor el Pleno de la de la Cámara de Diputados aprobó el dictamen con proyecto de decreto que reforma la fracción XIX del artículo 12, y el artículo 46 de la Ley de Ciencia y Tecnología, para que las vocaciones científicas y tecnológicas se fomenten desde edades tempranas, en todos los tipos, niveles y modalidades educativas.
Al fundamentar el dictamen, el diputado Alberto Villa Villegas de Morena, secretario de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación, dijo que México requiere estimular el interés de niñas y niños por carreras científicas y fortalecer el papel de la escuela y la enseñanza de las ciencias para reducir las desigualdades por razón de género.
Dijo que atender los problemas nacionales y los desafíos globales requieren que niñas, niños, adolescentes y jóvenes se inclinen hacia áreas como matemáticas, ingenierías y ciencias.
Para ello, es necesario adecuar el marco normativo para promover una mayor incorporación de estudiantes a las humanidades, ciencias e ingenierías, así como incentivar las vocaciones científicas en todos los niveles de la enseñanza.
Modifica también el artículo 46, a fin de eliminar la frase “en particular para la educación básica” y quedar de la siguiente manera: “el Gobierno Federal promoverá el diseño y aplicación de métodos y programas para la enseñanza y fomento de la ciencia y la tecnología en todos los niveles de la educación”.
La presidenta de la Comisión de Juventud y Diversidad Sexual, diputada Reyna Celeste Ascencio Ortega (Morena), señaló que se busca promover la ciencia entre las y los estudiantes del país y que se consolide en el nivel medio superior y superior. Es obligación del Estado impulsar el diseño de métodos y programas para su enseñanza y fomento, aseveró.
Aseguró que en México la mayoría de la gente no sabe qué es la ciencia ni su utilidad. Recordó que el Conacyt y el Inegi, para conocer la percepción pública de la ciencia y la tecnología, arrojó que el 86.3 por ciento de las personas confía más en la fe y la magia que en la ciencia para resolver problemas; el 57.5 por ciento considera que los científicos pueden ser peligrosos.
“Eso lo tenemos que modificar. Las personas no creen en la ciencia y esas son precisamente las razones por las cuales las y los niños y las y los jóvenes no desean convertirse en científicos”, advirtió la diputada.
