Día Internacional de las Lenguas de Señas

Metrópoli

El Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED) hace un llamado al reconocimiento del multilingüismo, que incluye lenguas minoritarias como la Lengua de Señas Mexicana (LSM), así como a la garantía de los derechos de las personas hablantes de ésta.

En el 2018 se proclamó el 23 de septiembre de cada año como el Día Internacional de las Lenguas de Señas, con el objetivo de promover la concienciación sobre su importancia para la plena realización de los derechos humanos de las personas Sordas.

La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad equipara las lenguas de señas con los lenguajes orales. Asimismo, señala que para que las personas Sordas hablantes de lengua de señas vivan en forma independiente y participen plenamente en todos los aspectos de su vida, es necesario que el Estado tome medidas pertinentes, como ofrecer la interpretación profesional de la lengua de señas, facilitar el aprendizaje de dicha lengua y reconocer la identidad cultural y lingüística de las personas Sordas.

Por su parte, la Declaración sobre los derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas refiere que estas minorías tienen el derecho a disfrutar su propia cultura y a utilizar su propio idioma, en privado y en público, libremente y sin injerencia ni discriminación de ningún tipo. También señala que los Estados deben adoptar las medidas apropiadas para que las personas pertenecientes a minorías aprendan o reciban instrucción en su idioma materno.

En México, la LSM es reconocida como lengua nacional, junto con el español, en la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad. A nivel local, la Constitución Política de la Ciudad de México reconoce la LSM como oficial y parte del patrimonio lingüístico, por lo que garantiza y hace énfasis en el derecho a la educación bilingüe de las personas Sordas.

Sin embargo, una de las principales barreras que enfrentan es la comunicacional, la cual está vinculada con obstáculos actitudinales enraizados por las personas oyentes.

Es importante señalar que el acceso a la información puede cambiar la percepción del entorno, la forma de aprovechar los recursos y la toma de decisiones, ya que el conocimiento de los hechos puede modificar de manera notable las perspectivas políticas, sociales y económicas.

Las barreras lingüísticas que enfrentan las personas sordas impactan en el ejercicio de sus derechos a la educación, al trabajo, a la salud, al acceso a la justicia, a la movilidad, a la cultura, al acceso a la información y a una vida libre de violencia, entre otros. Esto se ha visibilizado y agravado a partir de las medidas implementadas por los distintos gobiernos ante la COVID-19.

Por lo anterior, es necesario:

  • Promover la educación bilingüe en LSM-Español, que tome como referencia la cultura Sorda no solo para el desarrollo de contenidos, sino para la estructura de la plantilla docente.
  • Adoptar medidas para el acceso temprano a la LSM por parte de las personas Sordas.
  • Certificar los servicios de interpretación en LSM para garantizar su calidad.
  • Promover procesos de capacitación al personal que labora en el ámbito público y privado para crear espacios inclusivos, libres de discriminación y de violencia.
  • Asignar presupuesto para que las instituciones cuenten con servicios de calidad de interpretación a LSM, sobre todo aquellas que atienden directamente al público, así como las que son impartidoras de justicia.
  • Generar espacios de participación efectiva de las personas Sordas desde una perspectiva interseccional, para la comprensión de las barreras que enfrentan, así como el diseño de estrategias y políticas públicas.
  • Adoptar medidas de accesibilidad a la información y comunicación.
  • Establecer procesos de sensibilización y difusión respecto a la cultura Sorda.
  • Promover la cultura de la denuncia.

En esta conmemoración del Día Internacional de las Lenguas de Señas, el COPRED refrenda su compromiso con el reconocimiento, garantía y promoción de los derechos de las personas Sordas, así como con la adopción de las medidas necesarias para impulsar la eliminación de barreras y el cambio cultural indispensable para asegurar su inclusión integral y el ejercicio cotidiano de todos sus derechos.