Develan placa en el Archivo General de la Nación en memoria de Valentín Campa Salazar

Cultura

En homenaje al destacado luchador social comunista Valentín Campa Salazar (1904-1999), en el marco de su 20 aniversario luctuoso, representantes del gobierno federal y local develaron una placa en el Archivo General Nación, a la entrada de lo que fue el Torreón Norte del Palacio de Lecumberri, espacio dedicado a los presos políticos.

La placa fue develada por la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval; el secretario de Cultura capitalino, José Alfonso Suárez del Real y Aguilera; el coordinador de Memoria Histórica y Cultural de México, Eduardo Villegas Megías, y el titular de la Unidad de Desarrollo Político y Fomento Cívico de la Secretaría de Gobernación, Eric Suzán Reed, quienes recordaron a Campa Salazar como un portavoz de la izquierda nacional y pilar de la Cuarta Transformación.

“Campa comprendió que el diálogo era el mejor instrumento a su alcance y con esa claridad definió como meta de vida la liberación de la clase trabajadora”, expresó Suárez del Real y Aguilera del luchador social, quien fue integrante del Partido Comunista Mexicano (PCM), al exaltar su libertad colectiva y su deseo por la construcción de una democracia participativa a favor del desarrollo integral de los trabajadores.

Asimismo, el titular de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México recordó que Valentín Campa se opuso férreamente a la eliminación de León Trotsky, lo que provocó su expulsión del partido, pero leal al comunismo “siguió transitando por sus veredas en sindicatos y asambleas estudiantiles, lo que generó sus múltiples encarcelamientos”.

En palabras de Eric Suzán Reed, Campa sufrió desde edad temprana la represión del Estado mexicano, convirtiéndose en un líder sindical que luchó por la igualdad de condiciones laborales en las distintas industrias y lo que lo llevó a ser encarcelado en tres ocasiones en Lecumberri, pasando un total de 13 años y cinco meses.

“La expresión máxima de esa represión se da aquí en Lecumberri, donde fue privado de su libertad en calidad de preso político por el hecho de ser un eficaz promotor de ideas políticas, por eso era importante hacerle un homenaje aquí donde estuvo privado de su libertad con un rigor especial que le mantenía recluido y restringido en su contacto humano para evitar que compartiera sus ideas”, externó Suzán Reed.

Irma Eréndira Sandoval enfatizó que, desde su nacimiento, el 14 de febrero de1904, día de San Valentín, este luchador social originario de Monterrey Nuevo León, tenía augurando “convertirse en un signo de lucha y entrega amorosa a favor de la clase obrera”.

Subrayó que Campa fue un líder teórico que dio línea de acción del marxismo en México y se convirtió en el primer candidato presidencial del Partido Comunista Mexicano, mismo que este 24 de noviembre también conmemoró el centenario de su fundación a través de un acto político cultural, liderado por destacados ex militantes y simpatizantes en el Teatro del Pueblo.

Por último, el coordinador de Memoria Histórica y Cultural de México, Eduardo Villegas Megías, destacó la develación de placa como una acción encaminada al cumplimiento del compromiso número 100 del presidente Andrés Manuel López Obrador: el preservar la memoria histórica del país.

“Tiene sentido demostrarnos de dónde venimos y adónde vamos porque como individuos, colectivos y nación estamos atravesados por nuestra historia, no es que ahora resaltemos que un líder social como lo fue Valentín Campa estuviera encerrado, sino que estamos recordando que aquí hubo represión y presos políticos y estas reflexiones son parte de esta nueva trasformación”, manifestó Villegas Megías.

Con la leyenda “Implacable luchador social, líder ferrocarrilero, dinámico activista comprometido con la trasformación del sistema político-económico-social en favor de los segmentos populares”, la placa recibe a los visitantes a la entrada del Torreón Norte, donde el público también podrá ver 12 fotografías en gran formato que retratan el cautiverio de Valentín Campa en Lecumberri hasta el día de su liberación tras la lucha del movimiento estudiantil de 1968.